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La Habana.- La denuncia y condena a la agresión armada e injerencia extranjera en los asuntos de internos de la República Árabe de Siria y la solidaridad con ese hermano pueblo, fue reafirmada en el acto organizado por la Unión Árabe de Cuba (UAC) y celebrado en su sede con la participación de la Sociedad de Amistad Cubano Árabe (AACA), el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), la OSPAAAL y otras organizaciones y organismos de la sociedad civil cubana.
“José Elías Chediak, vicepresidente de la UAC, significó que el pueblo de Cuba y el pueblo sirio, ambos alejados geográficamente pero unidos en la trinchera de combate contra el terrorismo internacional, no pueden obviar la amenaza real que significa un mundo unipolar u lleno de amenazas, de separatismos fanáticos, subversión y desestabilización, donde el factor solidaridad representa un arma de lucha de apreciable valor.
“Hoy, dijo, la comunidad cubano-árabe que forma parte despueblo cubano tiene también la clara visión del peligro que representa para Siria la violencia provocada y alentada por grupos mercenarios desde el exterior que ocasionan miles de muertes y heridos, ataques a instituciones pública y destrucción general, provocando el caos nacional para quebrar la paz y el orden interno en una guerra de desgaste para esa nación hermana”.
Al reafirmar la militante solidaridad de la UAC con el agredido pueblo sirio, indicó que realizar todos los actos posibles contra lo que conspire con la paz en Siria y respaldar todas las acciones encaminadas al mejoramiento de la vida de ese pueblo es un deber moral.
El presidente de la AACA, Profesor Rodrigo Álvarez Cambras, denunció la manipulación de la que es objeto el pueblo sirio y a todos los actores imperialistas involucrados en el intento de desarticular ese país.
“Su objetivo estratégico es volver a trazar las fronteras y reorganizar totalmente un “Nuevo Medio Oriente Ampliado”, donde gobiernos títeres y entreguitas sean serviles a sus intereses. Es por ello que acuden a métodos como: el sufrimiento de los pueblos, la fragmentación mediante la guerra sectaria entre sus ciudadanos y el terrorismo, utilizando todo el tiempo la política de “divide y vencerás” con laque instigan dichos conflictos en todas partes del mundo”, añadió Álvarez Cambras.
Finalmente, reiteró también la firme solidaridad y el respaldo del ICAP y la AACA a la hermana República de Siria y ratificó el derecho soberano de esa nación a solucionar la crisis actual sin injerencia foránea y a buscar la solución que considere más justa para su pueblo.
Ghassan Haidar, Encargado de Negocios de la embajada de la República Árabe de Siria en Cuba, destacó que la agresión imperialista contra su país, utiliza a miles de mercenarios y terroristas foráneos, apoyados, financiados y pertrechadas con armas sofisticadas, apoyados por una campaña mediática que oculta la realidad de los hechos, para confundir a la comunidad internacional.
Al respecto manifestó que la intervención de naciones occidentales en la crisis interna por la que atraviesa Siria tiene como fin destruir la infraestructura, e incluso, acabar con la vida de científicos, pensadores, investigadores, oficiales y dirigentes, para frenar todas las formas de desarrollo y vida del país árabe.
Aclaro que los sucesos que estallaron en Siria en marzo del 2011 constituyen una conspiración y una agresión occidental contra su país y demás países de la región, en el contexto de lo que llaman “primavera árabe” cuyo objetivo es destruir la mayoría de las naciones árabes.
“La oposición fabricada en los laboratorios de las agencias de inteligencia occidental e israelita forma parte de la conspiración y so sus herramientas contra Siria desde años y contra su liderazgo y su opción laica, progresista, emancipadora y nacional que apoya la causa del pueblo palestino y a las resistencias en Iraq, Líbano y Palestina y rechaza las intervenciones de occidente y sus aliados que intentan desmembrar a los países de la región en entidades sectarias, étnicas y religiosas” añadió,
El diplomático sirio agradeció a Cuba, a sus instituciones y a los movimientos de liberación nacional representados en nuestro país, la solidaridad con su pueblo, que, aseveró, ha sido una actitud permanente y consecuente del pueblo cubano y reiteró su condena al bloqueo norteamericano a la Isla y la demanda de la liberación a los luchadores antiterroristas cubanos injustamente prisioneros en las cárceles del imperio.
