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Por Fernando Rodríguez Sosa
La monumental obra de José Lezama Lima, tanto en verso como en prosa, se ha convertido, al paso del tiempo, en todo un paradigma para varias generaciones de escritores. No es extraño, por ello, que los poetas de la isla, pertenecientes a diversas promociones, estilos, tendencias, a través de sus textos, le hayan rendido tributo al autor de Enemigo rumor.
Esos versos se reúnen en el volumen titulado José Lezama Lima, ese misterio que nos acompaña (Colección Sur Editores, Festival Internacional de Poesía de La Habana, 360 pp) que, con compilación, edición y notas del poeta Alex Pausides, presenta más de un centenar de poemas, que firman autores nacidos en la isla, entre los años 1902 y 1988.
En esta segunda edición aumentada, de una obra aparecida por vez primera en el año 2010, el lector encontrará, a través de diversas formas estróficas, el amplio y diverso universo temático que han utilizado los escritores cubanos, para así rendir justo tributo al poeta, narrador y ensayista que logró, con su obra, trascender las fronteras insulares.
El poeta, narrador y ensayista César López, Premio Nacional de Literatura, al caracterizar a los creadores seleccionados, escribe:
Más de cien autores, hombres y mujeres, vivos y fallecidos, creyentes o incrédulos, residentes en la Isla o más allá de sus fronteras geográficas, cerradamente formales o versolibristas, crípticos o conversacionales, exterioristas o inmersos en la más contagiosa y contagiada post modernidad… acordes a una “Coral unitiva” en la individualidad de sus voces como, seguramente, complacería al maestro.
He aquí uno de los poemas de la colección, titulado “Ciclos”, incluido en el libro Circunloquio, publicado en el año 2006, con el cual su autora, Juana García Abás, recibió el Premio Nicolás Guillén:
No ha llegado el tiempo de imitar el rito
con que las hojas bruñen la raíz del oro
al juego de solsticios,
asomando claves de la piel y el barro;
ni el de rescatar el origen mineral o travieso
de la plata dormida en mis almácigos.
Pero ya se nos queman las últimas castañas
y aún los estanques transparentan
el círculo virgen del anillo caído.
José Lezama Lima, ese misterio que nos acompaña da continuidad a otros empeños editoriales similares, dedicados a recordar la huella del hombre de Trocadero 162, entre ellos Ecos para su memoria, con poemas compilados por Marino Wilson Jay, y Glorieta santiaguera para Jose Lezama Lima, selección preparada por León Estrada.
Con esta nueva entrega, no solo podrán leerse esos poemas que, a lo largo del tiempo, ha inspirado el autor de Paradiso. Porque, mediante las páginas de José Lezama Lima, ese misterio que nos acompaña, también es posible valorar el alcance, trascendencia y permanencia de esos textos dentro del discurso lírico cubano de entre siglos.
