Sebastián Conde Pérez tiene dos trabajos: cuentapropista y secretario general de una sección sindical pura de trabajadores no estatales de la ciudad de Sancti Spíritus ―esta última por amor al arte, pues no cobra ni un centavo―.
Además, es un hombre con sentencias enfáticas y abarcadoras: “la afiliación entre quienes trabajamos en esta nueva forma de gestión es una tarea estratégica para el movimiento sindical”, asegura.
Como zapatero de profesión, Sebastián busca el sustento diario, se enfrasca cada día en su propósito de aunar voluntades y trata de hacer realidad su máxima de que “si nosotros no los atraemos, si no los acompañamos en su esfuerzo, entonces otros tratarán de hacerlo”. Y pregunta cómo hacerlo: “pues hablando claro, sin crear falsas expectativas; esa es la única forma de ganar credibilidad”, se responde.
Al hablar ante el plenario del XX Congreso de la CTC, Sebastián describió lo que para muchos es algo extraordinario, aunque para él es solo el fruto del esfuerzo.
Desde hace unos 20 años decidió su vida como trabajador no estatal en el sector de la industria ligera y por casi 19 años dedica lo que para otros es tiempo libre en tareas sindicales. “Hoy somos 73 afiliados, pero pronto tendremos que hacer dos secciones sindicales, pues ya otros 10 muchachos se nos incorporarán próximamente”, refiere.
Para Sebastián, participar en las sesiones finales de este XX Congreso es motivo de gran satisfacción, “una vez más exponemos nuestros intereses y preocupaciones, podemos demostrar que somos una fuerza viva, que participamos en el programa de donaciones de sangre, trabajos voluntarios, en la lucha contra el Aedes Aegypty, en fin, en todo lo que el resto de la población”.
Pero no todo es color de rosas y argumenta lo mucho que aún resta por avanzar. “Es necesario continuar con las modificaciones a la legislación en que se basa nuestra labor; hay que atemperarla aún más al momento actual que vive el país y para ello hay que ponerle oído a lo que dicen los trabajadores.
“Ahí está la solución de no pocos de los conflictos que subsisten ─dijo─ pues no entendemos que las autoridades que deciden las áreas en que laboramos nos cambien de lugar así como así, sin contar con nosotros; incluso creemos que la misma Ley Tributaria puede tener algunas variaciones”.