A pocas horas de su partida hacia La Habana los delegados tuneros al XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba intercambiaron con directivos de la Empresa Azucarera y la Delegación de la Agricultura, quienes les brindaron una amplia información sobre el acontecer en ambos sectores, considerados claves en la batalla económica que libra el país.
En la sede de la Empresa Azucarera local, los anfitriones detallaron la situación difícil por la que atraviesa la actual zafra y la voluntad de recuperar los atrasos para cumplir el plan por su implicación en el programa nacional, del cual Las Tunas es uno de los principales tributarios.
El ingeniero Julio García Pedraza, director de la entidad, le atribuyó los atrasos de más de 36 mil toneladas, entre otras causas, a una mala arrancada que estuvo fuera de fecha en todas las industrias, y a problemas operacionales y organizativos en las fábricas.
“Y ahora, cuando la recuperación era evidente, lluvias torrenciales en la mayoría de las áreas abastecedoras han devenido un obstáculo”, afirmó García Pedraza.
Por su parte, Roberto Peña Escobar, secretario general del sindicato del ramo en la provincia, enfatizó que la voluntad de cumplir prevalece en los colectivos laborales y se trazan estrategias con ese propósito.
A esta producción la afecta, de manera muy especial, las carencias de materia prima y los pírricos rendimientos, que en la mayoría de las unidades no rebasan las 35 toneladas por hectárea.
El ingeniero Danilo Infante, jefe del grupo de caña, pormenorizó los esfuerzos estatales para apoyar los incrementos de la gramínea y enumeró como un buen incentivo la asignación de 11 máquinas de riego, seis de las cuales ya están en explotación y las restantes en proceso de montaje.
En ese mismo propósito se incluyen el otorgamiento de 16 nuevos tractores, nueve buldóceres y seis Komatzu, medios que permitirán mejorar las atenciones culturales a las plantaciones e impulsarán el ambicioso programa de plantar unas nueve mil hectáreas en la etapa de primavera.
Aunque los resultados obtenidos, hasta ahora, distan mucho de las potencialidades existentes en los campos de esta región del oriente cubano y no satisfacen la demanda, los agropecuarios cerraron el 2013 con crecimientos respecto al calendario anterior en producciones de arroz, maíz, frijol y de otros cultivos.
Otras aleccionadoras noticias recibieron los visitantes, todas relacionadas con importantes inversiones que mejoran los parques tecnológicos y facilitan el laboreo en la tierra y optimizan sustancialmente las condiciones de trabajo.
En ese sentido significaron las entregas por parte del Estado de 10 máquinas cosechadoras de arroz, un molino secador de ese cereal, 34 tractores con sus respectivos implementos para las atenciones culturales y garantías de paquetes tecnológicos.
Como soporte a la producción y comercialización de leche, dijeron las autoridades, cuentan con 119 sistemas de riego para pastizales y la perspectiva inmediata de montar 78 puntos de acopio refrigerado con 91 termos; al tiempo que esperan la entrada de laboratorios móviles que facilitarán aquilatar la calidad del alimento, un requisito vinculado a los pagos de los productores.
En ambos sectores, dijeron sus dirigentes administrativos, la renovación tecnológica que experimentan y el imperativo de aumentar las producciones constituyen un reto a los colectivos laborales, que tendrán que poner toda su inteligencia en función de eliminar subjetividades que entorpecen un mejor desempeño.