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Nuestra principal divisa es la educación integral, la cual supone un claustro integral, preparado. No basta con dominar las ciencias, y tener un enfoque pedagógico correcto, hay que convertir a los profesores universitarios en verdaderos educadores y que cada acción con los alumnos lleve un mensaje formativo. Ese es el gran reto de la Educación Superior.
Lo anterior fue subrayado por el titular del sector, Doctor Rodolfo Alarcón Ortiz, en la mesa redonda La universidad y su compromiso social, en la cual intervinieron, entre otros, autoridades de Angola, Uruguay, Ecuador, Kazajistán, Brasil y Nicaragua, en el contexto del 9no. Congreso Internacional Universidad 2014.
Dijo que tal tarea se asume en condiciones complejas por la lucha ideológica que el Gobierno de los Estados Unidos somete a Cuba y la estrategia subversiva que dirige a la juventud y, especialmente, a los estudiantes universitarios.
Alarcón Ortiz caracterizó la educación superior en Cuba, con una red de universidades a todo lo largo y ancho del país, y 123 centros universitarios municipales, los cuales permiten acercar los estudios a las localidades, algunas de ellas intrincadas y de difícil acceso.
En otro momento de su intervención, el titular dijo que existe tradición en este tipo de formación, y aseguró que falta mucho para alcanzar lo pretendido. “El reto está en educar a las grandes masas y hacerlo con calidad, no sobre la base de una educación elitista”.
Por su parte, de Brasil la enviada —a nombre del Doctor Paulo Speller, secretario de Educación Superior de ese país— se refirió a las perspectivas en este terreno y explicó la creación de dos universidades que ponen en práctica la integración latinoamericana y la cooperación regional.
El doctor Adao Gaspar Ferreira do Nascimento, ministro de Educación Superior de Angola, comentó el crecimiento de las matrículas universitarias luego de la independencia de su país, llegando a tener en la actualidad 220 mil alumnos en la enseñanza.
Aseveró que el crecimiento debe ser en cantidad y en calidad, a fin de lograr el desarrollo profesional de los ciudadanos, para lo cual resultan indispensables las orientaciones del Estado.
De Ecuador, Marcelo Cevallos Vallejos, presidente de universidades y escuelas politécnicas, resaltó los logros educativos luego de que el mandatario Rafael Correa asumiera el poder.
En el 2007 renace la esperanza para el pueblo ecuatoriano y en el 2008 un nuevo pacto social —la Constitución de Montecristi, con una visión humanista— puso en el centro a la educación superior, un derecho humano y un bien público, explicó.
En su breve y convincente exposición, Vallejos refirió que uno de los elementos para romper la exclusión es la igualdad de oportunidades, por lo que hoy hay un crecimiento significativo de la matrícula de educandos en este nivel.
Ahora, el 34 % de estudiantes universitarios son indígenas y afroecuatorianos y se ha duplicado el acceso del 20 % de la población con menos recursos.
Rodolfo Alarcón Ortiz, ministro de Educación Superior en su reflexión sobre la universidad cubana subrayó que la formación integral de los profesionales de la educación en Cuba es una idea nacida en la época de Varela y Martí y la reafirmó Fidel Castro, incluso antes del triunfo de la Revolución.
Señaló que el sistema de educación superior es accesible para todos, y consta con una red de universidades y explicó que la institución que dirige jerarquiza al máximo la formación integral de los estudiantes, no solo desde el punto de vista profesional, sino con una base humanística, que permita establecer diálogos y evaluar por sí mismos lo que tenemos y lo que hemos logrado.
