El Comandante Chávez es un gran pedagogo del pueblo. De él siempre se hablará en presente, pues no es un hombre, es un pueblo, es una utopía concreta, sentenció este martes el Doctor Héctor Rodríguez, vicepresidente del gobierno bolivariano de Venezuela para el área social, al intervenir en el 9no. Congreso Internacional de Educación Superior Universidad 2014.
Como parte del panel nombrado Hugo Chávez y su compromiso social, el vicepresidente aseguró que unas de las más grandes creaciones del Comandante Supremo para combatir la pobreza han sido las misiones; programas sociales surgidos de la necesidad de atender a las mayorías excluidas durante siglos por una minoría corrupta y explotadora.
Ante un auditorio realmente emocionado, y a sala repleta, expresó que las misiones han sido y seguirán siendo el más sólido instrumento del gobierno bolivariano para darle al pueblo lo que es del pueblo, para garantizar el pleno ejercicio de todos sus derechos sociales. “El arma más potente para librar esta ardua batalla por la vida digna y feliz de las niñas y los niños, de las mujeres, de los trabajadores”.
En su intervención conmovedora, la de un hombre que compartió muchas jornadas al lado de este luchador universal, el vicepresidente agregó que las misiones son la esencia de lo más importante que ha ocurrido en estos años de lucha, son la herramienta para redistribuir el poder originario del pueblo.
Comentó que estas fue la forma que encontró el Comandante Presidente para redistribuir la renta petrolera al pueblo humilde, mediante la entrega de los bienes públicos y sociales que siempre le fueron negados: la alimentación, la salud, la educación, la vivienda, el trabajo.
Señaló que creó un sistema de redistribución de la riqueza, pero sobre todo de redistribución del poder para el pueblo, facilitó la transferencia de competencias e impulsó la apropiación por el pueblo de poderes para transformar su propia realidad, la de su comunidad, pero también para incidir en la transformación de la vida de la Patria.
Parafraseó a Chávez, cuando este dijo: “Si queremos acabar con la pobreza tenemos que darle el poder al pueblo”.
También presente en la sala 1 del Palacio de Convenciones de La Habana, donde sesionó el panel, Ricardo Menéndez, Ministro del Poder Popular para la Educación Universitaria, quien agradeció a Cuba y a su pueblo por los cuidados proporcionados al Comandante Chávez durante su enfermedad.
Con un testimonio casi poético, Menéndez refirió determinados momentos vividos en Venezuela antes del triunfo de la Revolución Bolivariana, cuando los gobiernos sumisos tenían deferencia con los “gringos”, a quienes vendían por siete dólares el barril de petróleo, mientras el pueblo estaba sumido en una total pobreza.
Aseguró que la primera revolución de Chávez fue la política. “No habían pasado horas de haber jurado como presidente —dijo— y daba por cierta su promesa de convocar a una asamblea de constituyente. En aquel año de 1999 Venezuela tuvo el mismo número de elecciones que la democracia representativa en 20 años”.
El Ministro para la Educación Universitaria aseveró que la segunda revolución impulsada por el histórico Presidente fue la social. Chávez hizo del pueblo un monumento a la resistencia, rescató PDVSA y desató las misiones sociales para redistribuir la renta petrolera.
Resaltó que Venezuela se declaró en el 2005 territorio libre de analfabetismo, pero también “somos el país del que Chávez hizo una escuela, de la técnica, de la calidad, pero fundamentalmente de los valores”.
En la actualidad se ha multiplicado por cuatro la matrícula de los estudiantes universitarios, lo que convierte a Venezuela en el segundo país de América Latina con este índice, después de Cuba.
Al finalizar sus palabras, señaló que el legado de Chávez es sencillo, claro, y está en la sonrisa de los niños.
Otra de las ponentes fue la viceministra de salud de Cuba, Doctora Marcia Cobas, quien subrayó: “Vamos a hablar de un hombre excepcional que nos dio la historia para las presentes y futuras generaciones”.
Cobas resaltó el carácter humanista y social de la Revolución Bolivariana, que se ocupó de los niños, de la educación de los ancianos, y de las personas con discapacidad, personas sensibles que requieren de la atención de toda la sociedad.
Dijo que en el 2003 Venezuela tenía 17 millones de venezolanos que no tenían acceso a la salud pública, y hoy en esa nación laboran más de 6 mil médicos cubanos, como parte de la misión Barrio Adentro.
“Ese es el pensamiento de Chávez, porque la salud pública es un derecho de todos y hay que llevarla al corazón del pueblo”.
La viceministra cubana rememoró muchos momentos vividos junto al Comandante Presidente y también junto al Comandante en Jefe Fidel Castro, cuando muchas de estas misiones apenas eran un sueño.
Subrayó que los cubanos están en Venezuela, al igual que en Haití o en África, que brindan la colaboración en 66 naciones. Como dijera Fidel no hay dinero del mundo para ir a aquellos lugares más difíciles, recordó.
En otro momento de su intervención, expresó que el mismo espíritu de brindar servicios donde haga falta es el que ha prevalecido para formar más de 14 mil médicos en la patria de Bolívar y tener hoy en sus aulas alrededor de 17 mil.
Acotó que la mejor forma de amar a Chávez es defender sus ideas, “es la única forma de no traicionar la confianza que depositó en todos nosotros”.