por Alina M. Lotti y Alianet Beltrán, estudiante de Periodismo
Es rápido y concreto en la respuesta sobre cómo una universidad puede ser socialmente responsable. Lo vive día a día en la institución que lo formó como médico veterinario y le dio la posibilidad de alcanzar el título de Doctor en Ciencias Pedagógicas.
Alexander López Padrón dirige el Centro de Estudios de la Educación Superior Agropecuaria (Ceesa), de la Universidad Agraria de La Habana (Unah), por lo que tiene elementos para comentar sobre ese lema que presidirá el 9no. Congreso Internacional Universidad 2014.
Según su criterio, “en este momento el tema se aviene muy bien a la función y a la misión de nuestra universidad, teniendo en cuenta lo que ha expresado el Presidente Raúl Castro Ruz en relación con la necesidad de fortalecer la producción agrícola y trabajar por una sociedad sostenible. De ahí que nuestros resultados de ciencia, investigación e innovación se apliquen en función de ese propósito”.
El también jefe de la delegación de Mayabeque al evento explicó que la provincia presentará 26 trabajos, con temas relacionados con los fundamentos científicos de la universidad cubana actual; estrategias en posgrado, capacitación e internacionalización ajustadas a las realidades del territorio; gestión del trabajo científico estudiantil; relación universidad-centros de investigación-capacitación, y la asimilación de las tecnologías en la enseñanza de las carreras agropecuarias y no agropecuarias, entre otros.
Pertinencia e Integración: palabras clave
Con una labor sostenida en la Unah, la rectora de la institución, María Irene Balbín Arias, refirió el quehacer de una universidad acondicionada tanto a los requerimientos de la nueva provincia como a las transformaciones de la educación superior.
De esta manera, allí se han integrado todas las carreras de Ciencias Pedagógicas y de Cultura Física, por lo que ya suman 34 especialidades, las cuales se imparten en la sede central o en los centros universitarios municipales (CUM). Ese proceso ha fluido muy bien —subrayó— y hemos tenido una empatía muy grande entre nuestros profesores y los que ahora se han sumado.
Explicó que las carreras recién integradas no están —de manera exclusiva— en la Facultad de Ciencias Pedagógicas, sino se han combinado con las ya existentes en las diversas facultades. “Esto, evidentemente, le da la oportunidad a la institución de ser mucho más pertinente porque ahora, excepto las de Ciencias Médicas, tenemos todas las que Mayabeque y otras provincias del país necesitan”.
Tal es el caso de Ingeniería Agrícola, Medicina Veterinaria y Zootecnia, que solo se estudian en la Unah, adonde acuden los estudiantes de Mayabeque y también los de Matanzas, el Municipio Especial de Isla de la Juventud, Pinar del Río, La Habana y Artemisa.
En cuanto al congreso, la rectora aseguró que las ponencias que representarán a la provincia, y en particular a la Unah, tributan a la idea básica del evento. “Estamos formando los profesionales que realmente necesita la localidad. La Unah tiene la característica de impartir las especialidades agropecuarias, vitales para la producción de alimentos, y también las pedagógicas, las cuales debemos priorizar, pues todavía afrontamos déficit de profesores en algunas enseñanzas de la educación general”.
Centro universitario, valores, indicadores para medir impacto…
Con 30 años de experiencia, “maestra de alma y de vocación”, como ella se define, María Isabel Martínez Donaire, licenciada en Educación, especialidad de Español-Literatura, y Máster en Trabajo Sociocultural Universitario, lleva al evento la ponencia El Centro Universitario Municipal de Madruga en las perspectivas de desarrollo de la provincia de Mayabeque.
La autora comentó que la investigación parte de la realidad de que sus egresados representan el 50 % de los profesionales que trabajan en las instituciones provinciales y municipales de las nuevas estructuras de gobierno.
El estudio recoge que en el desarrollo de capacidades para la toma de decisiones el CUM desempeña un rol protagónico; valida su quehacer y demuestra su importancia a la hora de determinar si las transformaciones llevadas a la práctica en materia de gobierno son o no favorables.
Por su parte, Astrid Fernández de Castro, del Centro de Mecanización Agropecuaria (Cema), de la Facultad de Ciencias Técnicas, presentará en Universidad 2014 la Validación de un sistema de indicadores para prever, diseñar y medir el impacto sobre el desarrollo local de los proyectos de investigación.
Manifestó que esta constituye la segunda parte del trabajo, pues la primera fue la propuesta del sistema de indicadores. Refirió que en principio en la Unah existían un conjunto de dificultades a la hora de elaborar proyectos. Había confusión entre resultado e impacto y, además, no se tenía en cuenta la propiedad intelectual.
La licenciada en Ciencias de la Información y Máster en Desarrollo Local precisó que ahora se pueden apreciar los problemas desde el propio diseño de la investigación; entonces se aplican los indicadores, definidos en cuatro esferas: en el conocimiento, en lo económico, lo social y medioambiental; todos esenciales para medir el impacto final.
Se trata de un trabajo conjunto entre el Cema y el Ceesa. “Decidimos aplicar un sistema de métodos matemáticos y estadísticos que permitieran demostrar la veracidad de esos indicadores (e incluir otros), en una interacción con los expertos que más saben en el país y fuera de este sobre el tema”, argumentó Alexander López Padrón.
A tono con la realidad, el Doctor en Ciencias Pedagógicas y médico veterinario José Ruiz Arnaud expondrá en el congreso Una estrategia institucional para la formación y desarrollo de los valores, “dada la necesidad de preservar nuestras conquistas”, enfatizó el investigador del Ceesa.
El trabajo precisa las insuficiencias —en el aspecto educativo— incompatibles con el modelo que hoy construye la sociedad cubana, y plantea otros conflictos, como el hecho de que en ocasiones los factores institucionales que intervienen en el proceso no trabajan de manera coherente, ni están integrados.
Para Arnaud resulta esencial que en la institución educativa todos comprendan que son actores de la estrategia, desde un profesor hasta un trabajador de servicios. Y otro elemento a considerar es que no puede prevalecer el carácter empírico y espontáneo en la formación de valores. Resulta indispensable tener en cuenta las mejores concepciones pedagógicas, y a ello ha contribuido el Ceesa a través de la realización de doctorados y maestrías.
“La investigación nos permite tener un instrumento para así lograr la integración de las partes, que todo el mundo sienta la responsabilidad de participar y crear un movimiento social —ya sea de la universidad, del Complejo Científico Docente, o a nivel de la provincia— que permita movilizarnos en función de dos cuestiones fundamentales: la defensa de la Revolución y la garantía del desarrollo sostenible”, subrayó.