por Reinaldo Fuentes Rodríguez
Jesús Silvio Guerrero Ortiz va delante con su ejemplo. Lo conocen muy bien en el central Comandante Manuel Fajardo, de Quivicán, donde labora como mecánico integral. Su elección como delegado directo al XX Congreso de la CTC reafirma esa característica de su personalidad.
¿Las décadas que lleva como azucarero han sido siempre en la industria?
Siempre. Empecé en 1977 en el central Roberto Ramírez, de Granma, operando las máquinas de vapor y otros equipos. Allí tuve mi primera experiencia, que me ha servido de mucho en el Fajardo, donde también se aprende algo nuevo todos los días.
La asamblea de discusión del documento base en su colectivo estuvo caliente, como decimos los cubanos. ¿Qué piensa de los debates?
Se discutieron nuestros problemas. Cada cual dijo lo que piensa y expresó sus inquietudes con entera libertad, de frente, como debe ser. Hubo mucho debate, por eso creo que tuvo calidad.
A usted, como secretario general le toca seguir mejorando la labor de la sección sindical.
Desde luego. En eso tengo una alta responsabilidad, aunque no estoy solo. Mi ejecutivo me acompaña en el cumplimiento de las tareas sindicales, que cuando el central está en zafra son más factibles de cumplimentar, no así cuando esta termina porque una parte del colectivo se dispersa, no radica en la fábrica o finaliza los contratos. Pero en esas condiciones adversas debemos y podemos ser más eficientes.
Representar a los trabajadores constituye una misión importante del sindicato. ¿Cómo funciona eso en esta industria?
Aquí existe una administración muy eficiente en la preparación de la fábrica para la molida y durante la misma. Con ella tenemos muy buenas relaciones de trabajo, comunicación e intercambio; nos escucha. Pero no siempre basta eso. Hay situaciones en las cuales debemos ser más exigentes en las respuestas a las preocupaciones de nuestros afi l iados, en la solución de aquellos problemas que dependen de ella, en la defensa de sus derechos. Para eso, por supuesto, debemos prepararnos mejor.
Usted es el único delegado directo de Mayabeque al XX Congreso de la CTC. ¿Qué opina de eso?
Es un estímulo muy grande y un compromiso enorme porque los representaré en el congreso de los trabajadores cubanos. Pero me prepararé bien y no los voy a defraudar.