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Por Evelio Tellería Alfaro y Claudia Zurita, estudiante de Periodismo
Sacrificio, dedicación y altruismo marcaron la vida laboral de Enrique Calixto Gutiérrez Barbado, destacado dirigente sindical fallecido recientemente.
Amigo entrañable de Lázaro Peña, fue uno de los pocos autorizados a solicitud de él mismo para visitarlo cuando se encontraba gravemente enfermo, e informarle acerca del cumplimiento de los acuerdos del histórico XIII Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).
Con más de 30 años en el movimiento sindical, fue dirigente obrero en la refinería Ñico López, y formó parte del ejecutivo electo en la constitución del Sindicato Nacional de Trabajadores del Petróleo y la Industria Química desde 1961 hasta 1963. Ese año fue designado jefe del departamento de Organización del Trabajo y los Salarios de la CTC.
En 1966 ocupó el cargo de segundo secretario de la CTC de La Habana y posteriormente resultó electo secretario general de ese territorio hasta 1971, cuando fue promovido nuevamente a miembro del secretariado de la CTC nacional y de su Consejo Nacional hasta el XVI Congreso. En 1980 fue nombrado viceministro primero del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, y posteriormente del Ministerio de la Industria Ligera, donde se desempeñó como asesor del ministro.
Enrique obtuvo varias condecoraciones por su labor destacada como revolucionario y sindicalista. Entre ellas las medallas XX Aniversario del Moncada, Jesús Menéndez, Ñico López y José Ramón Rodríguez. Asimismo, mereció la Distinción Servicio Distinguido de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), reconocimientos por sus servicios en la Seguridad del Estado y como trabajador destacado. | Tellería Alfaro y Claudia Zurita, estudiante de Periodismo.
