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Por lo que para la historia de la Revolución representa la persona productora del Fondo, la cantidad de documentos generados por ella y su riqueza desde el punto de vista informativo; su condición de creadora de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado (OAHCE), y porque la documentación en él contenida cumple con todas las normas internacionales vigentes, el Comité Nacional Memoria del Mundo, auspiciado por la Comisión Cubana de la Unesco, registró el Fondo Documental de Celia Sánchez Manduley como Memoria Nacional.
Detalles de tan importante patrimonio los ofreció a Trabajadores la licenciada Nelsy Babiel Gutiérrez, especialista del Área de Procesamiento de la Oficina, quien precisó que lo componen 5 mil 418 documentos y 3 mil 40 fotografías, y lo complementan grabaciones, documentales, testimonios, y cuanto se ha publicado acerca de Celia en la prensa, así como en libros.
Explicó que desde que Celia bajó de la Sierra se comenzó a trabajar con la papelería resguardada por ella durante la guerra, junto con la que posteriormente recopiló entre los combatientes y colaboradores, y se le dio una organización preliminar. El 4 de mayo de 1964 fue fundada la OAHCE, hacia donde fue trasladado todo ese material, incluidos sus documentos personales.
“A pesar del escaso tiempo de que disponía, se ocupó de esclarecer algunas dudas, como fechas, nombres incompletos de personas que mencionaba, y hechos. Hacía las aclaraciones en los propios documentos, o en hojitas que les anexaba, e incluso, transcribió algunos que nadie entendía debido a las características de su letra.
“No fue hasta después de su fallecimiento que se les dio la relevancia que tienen, porque, por su propia sencillez, quizás ella pensó que no clasificaban para conformar un fondo personal, el cual solo se les hacía a las personalidades”.
Material de imprescindible consulta
La especialista señaló que comenzó a dársele una organización archivística al Fondo en 1993. “Fue una labor de años, durante los cuales se le fue dando un orden cronológico, e investigando lo incompleto, con combatientes, colaboradores y familiares; es decir, personas cercanas a ella.
“Abarca desde el año 1914, al cual corresponde una carta de la madre, hasta el 2000, en el que la Escuela Superior del Partido Ñico López le extendió una certificación postmortem por su condición de estudiante de Ciencias Sociales en esa institución, carrera en la cual solo le restaron algunas asignaturas por examinar.
“De la etapa de la lucha contra la tiranía batistiana, el Fondo contiene su voluminosa correspondencia, desde su incorporación a la lucha clandestina; instrucciones militares porque, por su condición de ayudante de Fidel, este le confirió facultades para ello; las dirigidas a él en determinados momentos de la contienda en que estaban alejados, y las destinadas a sus familiares, en especial al padre. A ello se suman documentos que generó como secretaria de la Presidencia, primero, y del Consejo de Estado, después.
“Ella recibió cartas de todo de tipo: de personalidades extranjeras, de la población solicitándole algún tipo de ayuda… Estas últimas son muy significativas, porque una se queda asombrada cuando ve que, no obstante todas sus responsabilidades, las leía todas; se sabe que lo hacía porque les incluía anotaciones indicando acciones en relación con lo que se le planteaba”.
Nelsy comenzó a trabajar como taquimeca en el Consejo de Estado en 1974, y tres años después pasó para la OAHCE por solicitud de la propia Celia, quien le dio la facilidad de estudiar la carrera de Periodismo.
“Para mí ha sido el premio de mi vida, pues me ha permitido hablar sobre ella en diversos lugares, trabajar su iconografía, colaborar con instituciones afines. Con este trabajo he cumplido lo que me corresponde para que se conozca todo cuanto por nosotros hizo, y aún hace con su ejemplo”.
Acerca del autor
Graduada de Licenciatura en Periodismo, en 1972.
Trabajó en el Centro de Estudios de Historia Militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), en el desaparecido periódico Bastión, y como editora en la Casa Editorial Verde Olivo, ambos también de las FAR. Actualmente se desempeña como reportera en el periódico Trabajadores.
Ha publicado varios libros en calidad de autora y otros como coautora.
Especializada en temas de la historia de Cuba y del movimiento sindical cubano.
