Por: Yuneimys Silva Echevarria, estudiante de periodismo
Chapistas, pintores, mecánicos inmersos en su faena, talleres con un trabajo de excelencia y la sonrisa en el rostro de los clientes, es el escenario en seis de las cooperativas dedicadas a servicios auxiliares, vigentes en la capital desde el pasado 1 de julio.
Pertenecen al grupo de las 126 de su tipo aprobadas por el Consejo de Ministros y su puesta en marcha responde al propósito de avanzar en la actualización del modelo económico cubano.
La Empresa Provincial de Servicios Automotores (EPSA) les entregó en arriendo inmuebles y camiones. Además, de conjunto con el Ministerio de Transporte, suministró equipos para mejorar la calidad del trabajo, como es el caso de los electrodesmontadores y las balanceadoras de neumáticos.
“Tenemos el compromiso de perfeccionar las condiciones técnicas de las cooperativas para brindar una asistencia de calidad. Les ofrecimos la opción a los asociados de comprar algunos activos fijos como una planta de soldar y un grupo de herramientas y útiles para su función”, expresó Lázaro Alonso Calvo, director de la EPSA.
A pesar del poco tiempo y la escasa experiencia en esta nueva forma de gestión, los resultados son positivos, así lo explicó Marcelo González Ojeda, presidente de la Cooperativa Reconstructora de Vehículos (CRV), dedicada a la chapistería, pintura y tapicería.
Por su parte, Roberto Cazuzo, presidente de la cooperativa Novedades, especializada en el servicio de tramado de dirección, fregado, ponche, engrase y balanceo de neumáticos, defiende también la rentabilidad de su asociación pues asegura haber duplicado sus ingresos hasta la fecha.
Trabajadores más motivados
Hace cinco meses el término “salario” dejó de emplearse por los socios de las cooperativas. La nueva forma de pago se denomina “anticipo” y constituye uno de los principales estímulos para los trabajadores, quienes aseguran ver su labor remunerada. “Ahora ganamos más y estamos contentos por eso. Indiscutiblemente nos sentimos bien retribuidos y con ansias de hacer”, comentó Juan Batista, balanceador de la cooperativa Novedades.
Este es un criterio generalizado entre los asociados “Tenemos autonomía para hacer cualquier gestión cuando hay problemas con algún compresor o con las capillas de pintura”, dice Ricardo Franco, pintor de la CRV.
El chapista Manuel Ángel Martínez está conforme con su anticipo “Me siento contento con el pago porque está acorde con el trabajo que hago. Hasta que no termino con un carro no cobro y eso me compromete a esforzarme y terminar en tiempo para que no se afecte mi remuneración”.
Sin perder de vista…
Como todo proyecto que se inicia no está exento de problemas y detalles por resolver. Una de las principales preocupaciones de los asociados es el aseguramiento material. “En el caso de la CRV la demanda de recursos es elevada y la mayoría son de importación. No obstante, el Ministerio de Transporte diseñó un sistema de refuerzo mediante una red de tiendas para aliviar las carencias”, subrayó Alonso Calvo.
Por su parte, González Ojeda explicó que las importaciones se tardan y no siempre los recursos llegan a tiempo. “Nosotros tenemos la posibilidad de comprar la pintura en la red minorista. Esto nos permite sustituir importaciones y obtener otros productos mientras llegan los insumos.”
“Si bien es cierto que a veces no tenemos los materiales en tiempo, también lo es que debemos encontrar alternativas, trabajar con lo que hay y hacerlo bien”, manifestó Martínez León.
Pero obrar bien incluye el correcto desempeño de las gestiones económicas, cuestión que preocupa a presidentes y asociados. “Tuvimos la iniciativa de pagar una capacitación a la Empresa Constructora Económica con el objetivo de preparar a los socios en indicadores obligatorios para cualquier organización, estatal o no”, expresó Alonso Calvo.
“Tenemos en proyecto un convenio con nuestros proveedores para enviar personal cubano a Argentina, Canadá y Holanda, con el objetivo de prepararse en materia de chapistería y pintura”, informó González Ojeda.
Otro de los temas de primer orden en estas entidades es el control, aspecto esencial en la garantía de la productividad. “La dirección de la empresa mantiene contacto semanal con los presidentes y realiza visitas a las cooperativas. Esto es importante porque el chequeo no puede faltar y en él desempeña un papel fundamental el presidente, que debe ser líder y conocer su trabajo.
“Hoy podemos decir que las ilegalidades están controladas. Los trabajadores no desvían los recursos, los emplean en su trabajo porque están conformes con lo que ganan”, añadió Ojeda.
Trabajar y hacerlo bien
Cumplir con las normas de seguridad laboral es prioridad para lograr el bienestar de los asociados. Los medios de protección también son importados, sin embargo, para estas cooperativas eso no es un problema. Aunque a veces se tardan en llegar, pudimos comprobar su uso por parte de los obreros.
En cuanto al servicio de transporte, merienda y almuerzo los asociados tuvieron la iniciativa de pagarlo a cuentapropistas que se encargan de trasladarlos a sus zonas de residencia y venderles productos comestibles, pues no pueden salir a comer en horario laboral.
El interés por avanzar en la faena es palpable, también lo son la calidad de los servicios y el respeto al cliente. Lo más interesante es que estas cooperativas definieron su estrategia y conocen a dónde quieren llegar. Aspiran ofrecer un servicio de excelencia.
“Los socios saben cómo trabajar, según nuestros sondeos la satisfacción del cliente está por encima del 98% y es notable la preferencia hacia la CRV como proveedora de servicios. Contamos con un gran mercado de clientes como ETECSA, la agencia de autos Rex y Cubataxi”, comentó Marcelo.
A la cooperativa Novedades acuden clientes asiduos que reconocen la calidad de su asistencia. “Estoy satisfecho con el servicio que me prestan aquí. Puedo asegurar que el trabajo se hace bien”, dijo Omar García. Otro de los clientes, Eduardo Gil, afirmó que siempre acude a Novedades porque prefiere que lo atienda el mismo técnico.
Para asegurar la continuidad del buen trabajo la escuela de oficios Tania la Guerrillera insertó un grupo de alumnos en la CRV, y aquellos que demuestren su destreza, tendrán la posibilidad de quedarse a trabajar allí.
“Este es el mejor lugar donde mis estudiantes han hecho el aula anexa, por la calidad de su trabajo. En la escuela no tenemos talleres apropiados para las prácticas laborales y aquí siempre nos han abierto las puertas”, comentó Gloria Acosta, profesora del centro.
La idea es buena, los resultados también. No falta el entusiasmo de los asociados y con él las ganas de perfeccionar su cooperativa. Todos trabajan bajo el precepto de que esta nueva forma de gestión es una oportunidad para impulsar el desarrollo del país.