Historia, cultura, excelencias…

A pocos metros del vetusto parque José Martí y enclavado en el bulevar que engalana un segmento de la calle Independencia, en el centro de la ciudad avileña, se levanta, señorial, el centenario hotel Sevilla, vanguardia nacional del Sindicato de Trabajadores del Comercio y la Gastronomía durante 12 años consecutivos, y una de las joyas de la arquitectura cubana de principios del pasado siglo, muy vinculada al devenir artístico y cultural de la urbe.

La emblemática construcción de estilo ecléctico, inaugurada en el año 1910, está considerada como uno de los más valiosos patrimonios locales, atributo al que se suman otros que exaltan las excelencias de los servicios que allí se ofertan, gracias a un eficiente colectivo con notable sentido de pertenencia.

Con un diseño interior que intenta evocar, desde la pobreza de los recursos disponibles, el estilo andaluz, sobre todo en el gran salón donde fueron adecuados la carpeta, el vestíbulo y el restaurante —divididos por mamparas—, el Sevilla se integra a un grupo de edificios de amplios espacios habitacionales, construidos por connotadas figuras de la burguesía criolla de principios del pasado siglo, entre ellas los fundadores de la instalación, los emigrantes españoles José Fernández y Alejandro Suero Balbín, este último prestigioso político que trascendió por su apoyo a los mambises de la región, y por sus funciones como alcalde de la ciudad.

El hotel fue preferido por quienes desde diferentes lugares del orbe arribaban —y por los nacionales que hoy arriban— a Ciego de Ávila. Allí se hospedaron eminentes personalidades latinoamericanas de la cultura en la pasada centuria, entre ellas, Libertad Lamarque, Tito Guízar y Jorge Negrete, amén de las estancias que hicieron el relevante político Eduardo Chibás; el combatiente internacionalista y uno de los hombres de la guerrilla del Che en Bolivia, Jesús Suárez Gayol; y el querido líder azucarero Jesús Menéndez.

Asimismo, figuras cubanas de las letras, la música, la danza, la plástica, el cine y el teatro han pernoctado, hasta estos días, en las habitaciones del Sevilla, hoy aclimatadas y pertrechadas con equipos de refrigeración y televisión, respectivamente; aunque carentes de piezas y partes en los baños, y dotadas con exangüe avituallamiento de toallas y sábanas, procedentes de las bajas que provienen de los hoteles destinados al turismo internacional.

Alexander Benedico Hernández, secretario general de la sección sindical durante los últimos 16 años, enfatizó que el Sevilla también ostenta las banderas 65 Aniversario de la CTC y XVIII y XIX congresos de esa organización sindical, lauros ganados a pesar de las contrariedades, debidas, ante todo, a las limitaciones materiales que obstaculizan su mantenimiento, el cual acomete el colectivo cada tres meses, en jornadas voluntarias de trabajo.

En su modestísima oficina dialogamos con Julio Rodríguez Méndez, el amable y exigente administrador que ha consolidado un equipo integrado por 50 trabajadores, mayoritariamente jóvenes, entre los que se distingue un trato respetuoso y amigable. Ellos se formaron en la escuela de gastronomía que funciona allí desde el año 1993, y de donde han egresado unos 600 alumnos, muchos de ellos ubicados en el polo turístico de Cayo Coco.

Rodríguez aseveró que el hotel, perteneciente a la empresa municipal de gastronomía, ha sido calificado laudatoriamente por los huéspedes como Cinco estrellas, estimación avalada por la calidad de los servicios en la gestión de hospedaje, y por la exquisita elaboración de los alimentos que se expenden en el restaurante La Giraldilla, la cafetería Patio Mi palma y en el bar La Macarena. En las gestiones comerciales —todas en moneda nacional—, han obtenido relevantes resultados, motivo por el cual durante más de una década han sobrecumplido sus compromisos económicos.

“Trabajamos —dijo Julio— de forma cohesionada entre el sindicato, la administración y las organizaciones políticas. Nuestra principal premisa son los trabajadores, atender sus inquietudes y persuadirlos de que, ante los problemas que enfrentamos, no renunciaremos al reconocimiento del pueblo y al prestigio que hemos alcanzado; en tanto Benedico afirmó que en el Sevilla “continuará prevaleciendo la calidad en los servicios. Esa es la mejor manera de recibir la llegada del aniversario del triunfo de la Revolución y del XX Congreso de la CTC”.