Por estos días sesiona en la oriental provincia de Camagüey el VII Encuentro Internacional de Derecho Constitucional que convoca de manera bienal la Unión de Juristas del país, el cual dio inicio con una magistral conferencia del doctor Eduardo Torres Cuevas, presidente de la Academia de la Historia de Cuba y director de la Biblioteca Nacional.
Se dan cita aquí más de 60 investigadores de todas las regiones de la isla y de países como España, México y Colombia para participar además, en otros espacios paralelos que forman parte del macroevento: el V Encuentro Nacional de Derecho Administrativo, el VI Coloquio de Historia Constitucional y el III Congreso de Ciudades Históricas.
Auspiciado por la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte y Loynaz y la Unión de Juristas de Cuba, el evento responde como preámbulo y saludo inicial de la academia al aniversario 500 de fundación de la ciudad a celebrarse en febrero próximo, al decir del doctor Carlos Manuel Villabella Armengol, presidente de la comisión organizadora.
Sobre la importancia del mismo, más adelante aseguró Villabella Armengol, también especialista en Derecho Constitucional y Ciencia Política por el Centro de Estudios Constitucionales de Madrid: “Coinciden muchos eventos en un solo lugar, pero también abogados, administrativistas, arquitectos, ingenieros, especialistas de diferentes áreas del saber, lo que le da un tinte especial al debate y a las soluciones que se dan porque la ciencia moderna es así: transdisciplinaria”.
Temas de ciudad, administración pública, derecho municipal, historia y derecho constitucional en Cuba, desarrollo local, liberalismo, entre otros son algunos de los temas que serán debatidos desde varias visiones sociales durante el VII Encuentro Internacional de Derecho Constitucional.
Además, como explicara durante su presentación Torres Cuevas: “Hacer estos recuentos es de suma importancia en los tiempos que corren, porque una cosa es la historia y otra la memoria; y muchas veces hitos importantes de nuestra nación no se encuentran iluminados en la memoria colectiva. Cuando eso sucede, corremos el riesgo de perder la memoria de la nación, un riesgo grave que tiene que mover hoy la responsabilidad de las escuelas, de los medios de comunicación masiva, de los investigadores y profesores, de todos los aquí presentes”.