Juan Francisco Querol Morales vio la final de la Liga Élite de Balonmano sin levantarse de su silla, sin que su rostro trasluciera el mínimo rastro de exaltación durante los cinco días de la lid. El Mago, como lo conocen todos, es el entrenador del equipo nacional masculino y una de las leyendas de este deporte en Cuba.
Sobre la reciente actuación de sus discípulos en el clasificatorio para los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014 y la situación actual del balonmano en el país conversamos en uno de los descansos entre partidos.
¿Cómo valora el desempeño en el clasificatorio dominicano?
Fue muy positivo. Un segundo puesto es en extremo meritorio si tenemos en cuenta que desde hacía dos años no se topaba con nadie fuera de Cuba. El evento nos sirvió de preparación y competencia a la vez. Además, las estadísticas del conjunto reflejan las estadísticas que se cumplió el objetivo trazado.
Es importante recalcar que ocho de los doce integrantes de la selección nacional eran de nuevo ingreso y viajaban por primera vez al exterior. Eso complicó las cosas en un escenario donde encontraron a un equipo anfitrión de gran calidad y mucho oficio; ese oficio fue el que nos faltó en el juego por el oro y es una deuda: saber cómo jugar una final.
¿Cuál es el plan de entrenamiento para dotar de experiencia a un equipo tan joven?
En febrero estaremos en México para el clasificatorio con vistas al Campeonato Panamericano, que a su vez otorga plazas para el Mundial de la disciplina. Hasta entonces nos prepararemos aquí, pues el tiempo es muy corto, pero estamos convencidos de que podemos cumplir con el objetivo del certamen.
Después tenemos la intención de participar en algunos eventos en Brasil y México, países que nos han invitado como parte de su preparación y que debemos aprovechar para foguear a los muchachos. Con esas dos competencias el equipo puede llegar muy bien preparado para el evento centroamericano.
¿Es el campeonato nacional un medidor eficiente para considerar posibles variantes dentro de la selección cubana?
En cierta medida sí. Aunque en esta final los integrantes del equipo Cuba no han rendido al nivel que poseen, pues llegaron directo del clasificatorio que fue un evento muy agotador y no tuvieron la recuperación adecuada. Por eso ahora las estadísticas no arrojan datos positivos sobre su desempeño. Sin embargo, esto les sirve como parte de su entrenamiento y nos permite ver otros jugadores jóvenes de perspectiva inmediata, para quienes la Final de la Liga ha servido de experiencia.
No obstante, este tipo de evento debe tener un poco más de duración. Los equipos que participan solo tienen cuatro partidos celebrados en la final y es muy poco para poder desarrollar a estos muchachos que sí necesitan bastante juego.
Esto también es aplicable a la etapa clasificatoria que fue de apenas una semana ¿Hace esto mella en nuestro nivel?
Hace tiempo estamos abogando porque el campeonato nacional de balonmano sea un certamen de larga duración, similar al baloncesto o al fútbol. Cuatro juegos en clasificatoria y otros tantos en la final son insuficientes para el desarrollo de un atleta, mucho menos si no participamos prácticamente en eventos internacionales.
¿En el equipo nacional destaca la juventud y buena condición física; volveremos con ellos a la élite mundial del balonmano?
De la parte física nos encargamos nosotros. Son muchachos con un buen somatotipo y esa parte hoy no inquieta. ¿Qué nos preocupa? La parte técnica, la cual debe solucionarse con fogueo que puedan tener ellos y así nuestro equipo podría volver a los planos estelares.
¿Expectativas inmediatas para Veracruz?
Siempre vamos por más. Estamos contentos con el resultado del clasificatorio, pero no satisfechos. Hoy Dominicana es nuestro principal rival en el área, pero estamos enfocados en ganar los Juegos Centroamericanos y del Caribe.