Por Vivian Bustamante Molina
El sentido de pertenencia es el sentimiento principal que motivó a Oscar Gómez Galbán, a escribir a esta sección para quejarse de la deplorable situación del estadio de béisbol de Senado, localidad del camagüeyano municipio de Minas.
La instalación deportiva lleva el nombre de Oliverio Ortiz, oriundo de ese terruño y destacado pítcher, y en algunos momentos sirvió de sede a partidos de la Serie Nacional. Hoy las gradas no existen, por efecto de los vientos del huracán Ike en el 2008, y el terreno está bastante descuidado, reseña el lector.
Añade que por acción de personas inescrupulosas el drenaje se encuentra dañado y por todos los inconvenientes planteados, desde hace cuatro años no tiene lugar allí un juego de béisbol, prácticamente el único entretenimiento, porque la recreación tiene muy pocas opciones.
Gómez Galbán también está preocupado por el aspecto de la escuela primaria Abel Santamaría Cuadrado, construida en 1960.
Tan bella arquitectura como la de ese centro estudiantil, considera que merece un sistemático mantenimiento, pintura incluida, aunque no detalla qué problemas constructivos presenta.