Ningún sistema productivo rinde lo que puede sin riguroso control, sin vigilancia y participación en los procesos. Eso piensa Omar Prado Delgado, eso hace el administrador de la UBPC Los Indios en el matancero municipio de Calimete y los resultados dicen que no está equivocado.
Si su cooperativa hoy no clasifica como la de más alto rendimiento cañero por hectárea en el país, al menos debe estar pisándole los talones a la líder, si es que hay una que la supere en Cuba. Lo cierto es que promedia 77 toneladas por hectárea (t/ha), cuando la media nacional estimada es de unas 47, y las reales potencialidades auguran una meta redonda, ambiciosa, mayor: ¡90!
Ese estilo de trabajo acaba de ser premiado. La UBPC que tributa la materia prima a la empresa azucarera Jesús Rabí mereció el honor de elegir al primer delegado directo de la provincia de Matanzas a las sesiones finales del XX Congreso de la CTC. Y un nombre, un solo nombre se dijo a viva voz: ¡Omar, Omar!
“Tenía que ser él, es el reconocimiento que le hacemos por nueve años de entrega máxima a su colectivo, por mirarnos de frente, siempre con la verdad en los labios y ese ejemplo que mueve montañas, que no repara en el dolor, en enfermedad”, confesó emocionado Jesús Milián (Pipe), secretario de la sección sindical.
Prado Delgado se define como un hombre de surco. “No estoy hecho para una oficina, para andar entre papeles, no fallo a mis responsabilidades, solo cumplo lo mejor que puedo y salgo corriendo a lo que me gusta, la tierra, esa es mi vida, sentir mis manos en cada hectárea de caña sembrada. No sé vivir sin el campo, no puedo…”, dice con auténtica franqueza.
“En el Congreso, si me lo permiten, diré las cosas exactamente como las pienso. Las administraciones que triunfan, los colectivos que triunfan son los que colocan al sindicato en el lugar de preferencia que merecen. Sin esta alianza, incluidas las contradicciones, no hay posibilidad ninguna de éxito”.