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Otro reclamo internacional por la paz y no a la guerra, por el amor y no al odio, por la soberanía nacional y la autodeterminación de cada país, protagonizarán amigos de varias partes del mundo en Guantánamo, del 18 al 20 de este mes, durante la realización del III Seminario de Paz por la abolición de las bases militares.
Representantes de Cuba y otros países se dan cita convocados por el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (Icap) y el Movimiento Cubano por la Paz, organización esta última con más de seis décadas y que desarrolla un importante papel de enfrentamiento y denuncia a las brutales campañas mediáticas que hoy orquestan contra Cuba el gobierno norteamericano y sus lacayos.
Los participantes insistirán en la necesidad de acciones que impulsen la lucha internacional por erradicar la injustificada presencia de bases militares de potencias extranjeras, impuestas en contra de la soberanía de muchos pueblos, como sucede con la que de forma ilegal mantiene el Gobierno de los Estados Unidos en suelo cubano desde hace más de 110 años, el más viejo enclave de este tipo fuera de sus fronteras.
El cierre de la prisión que existe en la base naval, que ocupa 117, 6 kilómetros, alrededor de la bahía de Guantánamo, fue una de las promesas presidenciales de más fuerza hecha en sus dos campañas electorales por el actual norteamericano Barack Obama, compromiso que, como otros, cada día parece menos posible de cumplir.
Este año los seminaristas cumplirán una agenda que incluye el tradicional evento que tiene su sede en la Plaza de la Revolución Mariana Grajales Coello, un recorrido por la noche guantanamera, un encuentro con residentes en varios Comités de Defensa de la Revolución (CDR) de la capital provincial, y la declaración final del Seminario en el municipio de Caimanera, asentamiento poblacional, limítrofe con la ilegal base yanqui.
Se espera la asistencia al evento de María Socorro Gómez, presidenta del Consejo Mundial de la Paz; Silvio Platero Yrola, presidente del Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos; y del prestigioso abogado Ramsey Clark, quien entre 1966 y 1969 fuera Fiscal General de los Estados Unidos.
Clark es un importante defensor de los derechos humanos en el mundo y en reiteradas ocasiones apoyó en su país las caravanas Venceremos y Pastores por la Paz, y ha participado en actividades que demandan la liberación de los Héroes cubanos luchadores antiterroristas, encarcelados injustamente por el imperio norteamericano.
