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En la nororiental provincia de Las Tunas, los trabajadores del sector eléctrico están inmersos en dos ambiciosos proyectos encaminados a un mejor y mayor aprovechamiento de dos fuentes alternativas de energía sustentadas en las fuerzas del Sol y de los vientos.
El programa incluye el montaje de un parque eólico en el extremo norte y más oriental del territorio, donde está ubicada la playa La Herradura, sitio en el que las obras avanzan de acuerdo con el cronograma, ahora en fase de creación de las facilidades temporales, el desbroce de caminos y el movimiento de tierra.
De acuerdo con la información ofrecida por especialistas de la entidad rectora de estas prestaciones, la inversión es ciento por ciento con capital nacional y la tecnología procede de la República Popular China.
Este parque eólico en la playa La Herradura, del municipio de Jesús Menéndez, será el mayor de su tipo en Cuba y tendrá una capacidad de 50 mega/watts de potencia.
Otras de las obras en ristre con similares objetivos es la instalación de cinco parques fotovoltaicos, cuyos estudios de factibilidad se acometen actualmente en zonas de los municipios seleccionados para ejecutar estos trabajos.
Según afirmaron a la prensa directivos de la Empresa Eléctrica aquí, en el municipio de Jobabo, al sur del territorio, se edificará el primero de estos ingenios, el cual comenzará a funcionar, dijeron, el año que viene, como parte de una primera etapa que incluye, además, a sus similares de Manatí, Puerto Padre, Amancio y Las Tunas.
Los estudiosos del tema en la provincia, le pronostican un promisorio futuro a estos proyectos, cuya necesidad está sustentada en el hecho de que el 97,5 % de la energía eléctrica que consume el territorio es de generación local y está urgida de alternativas que propicien el ahorro de portadores energéticos, cuyos precios en el mercado internacional los hacen casi inaccesibles.
También sustentan sus expectativas en las condiciones naturales de esta región, las cuales favorecen estas prácticas que ya demuestran sus beneficios, pues han posibilitado ahorrar 15 mil 464,54 toneladas equivalentes de petróleo con un valor de 10 millones 832 mil 178 pesos convertibles (CUC) y han reducido las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera en más de 48 mil toneladas.
Estos programas se inscriben en la estrategia del país, las cuales encaminan sus proyecciones a generar hacia el 2030 al menos el 10 % de la energía eléctrica sobre la base de las fuentes renovables.
