A propósito de la queja de la lectora Idania Quintero, publicada el 7 de octubre último bajo el nombre Ni opiniones ni sugerencias, referente a irregularidades en el proceso de discusión del Anteproyecto de Ley Código de Trabajo en la tienda Variedades Galiano, en Centro Habana, nos escribe Pedro Víctor Simón Rodríguez, secretario general del Sindicato Nacional de los Trabajadores del Comercio, la Gastronomía y los Servicios.
El texto, enviado por el dirigente, señala que después de investigar los hechos, se comprobó que el material había sido estudiado por los trabajadores con antelación, y colocado un ejemplar en el mural para ser consultado por quien necesitara continuar profundizando.
Al comenzar la asamblea, destaca la respuesta de Simón, se cumplieron los pasos establecidos y se condujo correctamente por los dirigentes sindicales que tenían esa responsabilidad, hasta el momento en que debía abordarse el análisis del Anteproyecto capítulo a capítulo, acción que no se realizó correctamente porque solo se trataron algunos de ellos y se dejaron de abordar otros importantes.
Según el dirigente sindical, se verificó que sí hubo participación con criterios, opiniones y propuestas del colectivo, pero la trabajadora reclamante intentó abordar otros temas y no se lo permitieron, lo que constituyó una limitación parcial de su derecho. Ella fue quien más intervino durante la reunión, mas eso no impedía que hiciera uso de la palabra cuantas veces considerara necesario.
“Concluida la reunión, y como consecuencia del desarrollo de la asamblea de trabajadores, se produjo un intercambio de palabras entre los dirigentes sindicales que condujeron el debate y la compañera Idania, asunto este que no debió haber ocurrido”, indicó Simón.
El texto añade que en ese centro laboral no está previsto que haya un convenio colectivo de trabajo, pero sí un anexo de este. Cuando la reclamante lo solicitó le plantearon que no existía, pues ellos se rigen por el de la unidad empresarial de base.
“Todos estos temas fueron analizados con Idania, llegándose a la conclusión de que ella tenía razón en la mayoría de los aspectos abordados, con excepción de su reclamo sobre la lectura integral del documento en la asamblea, aspecto que no estaba previsto, según la metodología orientada”, refiere el texto. “Esto ha ocasionado un análisis constructivo con nuestros cuadros, que ha posibilitado ganar experiencia en la labor política e ideológica que desarrollamos, conscientes de que los procesos deben conducirse bien para lograr saldos positivos en nuestros colectivos”, concluye.