Fin a la necrosis de las pérdidas económicas

No es cuento de camino ni bola. Son muy ciertas esas historias que se escuchan sobre la existencia de empresas con grandes pérdidas económicas que aún sobreviven gracias a la “bondad” de nuestro sistema. Claro, que casi nunca cuentan sobre la herida que provocan sus incongruencias económicas y se magnifica el cuento por el lado del “buena gente” que permite eso.

Pero, ¿alguien se ha detenido a analizar por qué persisten esos problemas? ¿Serán insolusionables? Tal vez con ese deseo de develar el misterio fue que un grupo de trabajo, en Camagüey, lidereado por la doctora Iris María González Torres se insertó en un proyecto investigativo encargado de diseñar una herramienta de trabajo que hurgara en la eficiencia, la rentabilidad y en toda la parte económica de entidades de la localidad.

El diagnóstico de una vieja enfermedad

Controlar y prever las posibles situaciones que se pueden dar durante un proceso productivo es el quid del diseño de este sistema de monitoreo y evaluación en cascada, uno de los aportes de la filial  camagüeyana de la Asociación de Economistas y Contadores de  Cuba (ANEC) al recién concluido congreso. Dicho monitoreo es una herramienta de análisis y valoración de la economía para los colectivos laborales, y además para funcionarios del Partido Comunista de Cuba y del Gobierno.

Para su desarrollo se apoyaron en estudiantes de contabilidad y economía de la facultad de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte y Loynaz  y en profesores y económicos de la ANEC en el territorio. Esos tríos, al cierre de marzo, visitaron un total de 13 entidades problemáticas, la mayoría perteneciente al sector agropecuario, en las cuales se incluía una granja y dos unidades presupuestadas.

Según explicó Josefina Torres Mora, vicepresidenta en Camagüey de la ANEC, “primero hicieron un levantamiento en las entidades y un diagnóstico de los problemas que no le permitían tener resultados favorables”, para así detectar los contratiempos que llevan a la falta de rentabilidad y deficiencias.

Y es que el crecimiento económico es una necesidad de estos tiempos y los responsables deben velar por su éxito. Razón por la cual la Doctora en Ciencias Económicas Iris González Torres, apuntó en una entrevista pasada, que al realizar el análisis se deben incluir los factores de la producción, ya sean los medios o fuerza de trabajo. También explicó que los cuestionarios clásicos relacionados con la planificación y el crecimiento de épocas pasadas no son suficientes porque hay que complementarlos con las causas y el efecto que provocan su cumplimiento o no.

Debido al éxito, esta herramienta fue extendida hacia los municipios de la provincia en aras de controlar y evitar la ya recurrente necropsia de las pérdidas y faltantes que se hacen en nuestras empresas y se presume su extensión por la nación. El esperado informe se elaboró y se encontraron entidades con los mismos problemas desde hace cuatro o cinco años.

Las principales dificultades versaban, como explicó la doctora Torres Mora, sobre equipos económicos, financieros y contables incompletos, con serios problemas en su preparación; tecnologías obsoletas que no alcanzaban para lograr producciones y prestar servicios en correspondencia con la necesidad; insuficientes y superficiales análisis desde el punto de vista financiero, contable y económico, que no llegan al centro de los problemas; cero análisis cualitativos integrales; deterioro de los indicadores… Muchos  problemas que aún impiden avanzar.

Ahora le toca a la señora concreción hacer lo suyo y tomar cartas en el asunto y revertir lo descrito por los investigadores porque no es admisible que concluyera el primer semestre del año y muchas entidades presenten la misma situación.

En busca de la santa eficiencia

Concluyó la primera etapa y a los economistas camagüeyanos les quedó el sabor de que se podía hacer mucho más, con más noción de lo que se quería en realidad, por eso salieron a la carga en una segunda etapa en la cual incluyeron a consultores de la consultoría de la asociación, quienes tienen más experiencia para aportar ideas sobre las acciones a seguir.

Durante los meses de septiembre y octubre se acometerán otra vez los análisis, esta vez en 14 entidades: nueve de la agricultura, una de la construcción y cuatro presupuestadas, estas últimas tienen un tratamiento especial porque ellas deben cubrir sus gastos con sus ingresos y aún así presentan problemas en sus indicadores.

Todo está orientado a ser diferente, pues los expertos propondrán soluciones a las dificultades detectadas en las finanzas, algo que se pide desde hace mucho. La tan deseada herramienta para encontrar el problema y ventilar las acciones necesarias para contrarrestar las situaciones bien conocidas de las pérdidas económicas ya está, ahora es tiempo de saber usarla para lograr el esperado desarrollo local y poner fin a la lectura de cosas talladas en pasado.