Con 60 años de edad y 39 dedicados a la educación, Manuel Francisco Santos Machín, vecino de San Antonio de los Baños, se pregunta: ¿quedar disponible fue una sanción, qué hice mal?
El 9 de abril del 2013, en el departamento de cuadros de la Facultad de Ciencias Médicas de Artemisa le informaron que luego de un análisis, de conjunto con su departamento, “esta comisión ha determinado que el compañero que menos condiciones reúne para trabajar en esta facultad es usted; por tanto, queda disponible. El problema es que no tenemos plazas para ofertarle… porque, seguramente, no va a aceptar una de custodio”.
En su misiva a Trabajadores, Manuel cuestiona el hecho, pues según cuenta, él es profesor de carrera, graduado en 1979 en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona (hoy Universidad de Ciencias Pedagógicas) en la especialidad de Historia y Ciencias Sociales, asignatura que impartió durante 39 años de manera ininterrumpida. Además, agrega que es Máster en Educación Superior en Ciencias de la Salud, título obtenido en el proyecto Magisterio del Instituto Superior de Ciencias Médicas y Preclínicas de La Habana.
En los argumentos Manuel expone que ha sido jefe de cátedra, metodólogo, director de escuela y subdirector municipal de Educación, y que durante el desempeño de su carrera nunca ha tenido una evaluación de R, “todos mis ejercicios docentes han terminado con el máximo de puntos (5) y los he realizado en facultades de Ciencias Médicas”.
Al replicar la medida, le dijeron que se le había pasado el tiempo para el cambio de categoría docente, entonces preguntó en el departamento de cuadros que desde cuándo él tenía su expediente en La Habana esperando a que alguna facultad lo citara para hacer el ejercicio final. Le respondieron que hacía más de tres meses y que ya no podía dar clases.
La odisea de Manuel continuó en busca de una ubicación laboral, hasta que optó por la de profesor de Cultura Política en el preuniversitario Batalla del Jigüe. No obstante, en la facultad de donde provenía le ofertaron una plaza de menor remuneración (especialista en gestión de documentos), hasta tanto tuviera el cambio de categoría.
Lejos de desenredarse la madeja, a partir de ahí todo siguió complicándose. “La facultad no me podía entregar el expediente laboral hasta tanto no me liquidaran el salario y Educación no me podía ubicar por no tener el expediente”. Lo contrataron por horas después de varias gestiones. “Mientras tanto —afirmó— el profesor que había en Batalla del Jigüe continuaba con 12 grupos de onceno y décimo grados, con una frecuencia de dos y tres turnos semanales”.
En mayo le entregaron el expediente laboral pero, para su sorpresa, faltaban todas las evaluaciones, las cuales estaban en otro que no se lo podían entregar hasta finales de agosto o principios de septiembre, junto con su última evaluación.
En mayo, junio y julio cobró por horas, teniendo en su poder el expediente laboral, el cual poseía todas las tarjetas de salario desde 1974 hasta el 2013, fotocopia del título de Máster, y un resumen del expediente del año 2005, cuando ingresó en la facultad, que acredita 31 años de trabajo. “Sin embargo —subrayó— no me podían ubicar como profesor fijo en el preuniversitario porque no tenía las evaluaciones”.
En agosto pasado se presentó en la dirección de Trabajo y Seguridad Social de su provincia, donde le comunicaron que, según Educación, debía seguir contratado hasta finales de ese mes, y que si hubiera ido en abril, cuando quedó disponible, todo se hubiera resuelto pues tenía prioridad. Tal situación era de total desconocimiento para Manuel, pues nadie le informó al respecto, y ahora afronta dificultades salariales y de ubicación laboral.
“De mis condiciones como profesor y de mis competencias, que hablen mis alumnos, mis compañeros de trabajo y mi expediente. Pero es triste que a los 60 años, 39 de ellos dedicados a la educación, con plena capacidad laboral, me vea ahora contratado por horas, sin estar retirado”, enfatizó.
¿ Cual es la opinión de la organización que debe dfender a los trabajadores?
Habra un comunicado donde se exponga su posicion al respectO?
Ver en calama un crimen es cometerlo dijo Martíí
Bueno esto resulta extremadamente incomprensible, y pienso que se trata de un abuso de marca mayor, un aplastamiento a un trabajador, al cual las direcciones de educacion, cualesquiera que fuese deberian haberle buscado soluciones, y no estar dandoles vueltas de un lado para otro, o tontos o no se que…
Tengo una pregunta: ¿este trabajador está afiliado a la CTC?
En caso afirmativo: ¿qué ha hecho la CTC por apoyarle y defenderle?
¿Está solo en su batalla de David contra Goliat?
Alejandro González
Secretario General
Sindicato Solidaridad
sindicatosolidaridad@yahoo.es