El promedio histórico de supervivencia del Cardiocentro Ernesto Guevara es del 95 %, cifra que lo ubica al nivel de sus similares en el mundo.
En lo que va de año dicho centro asistencial y docente logra una supervivencia quirúrgica del 97,7 % luego de haber operado 317 pacientes. Además en breve acumularán las 2 mil operaciones coronarias.
El doctor Jesús Satorre Igualada, presidente de la sociedad cubana de Cardiología y Cirugía cardiovascular en el territorio y vicedirector primero de la institución, explicó que celebrar en esta institución el Día Mundial del Corazón es una alta responsabilidad que los compromete a continuar realizando su labor con esmero y atendiendo a los pacientes con especial profesionalidad.
El Cardiocentro Ernesto Guevara, centro de excelencia en los servicios de salud cubanos, realizan casi todos los procedimientos relacionados con la cirugía cardiovascular y vascular, la cardiología intervencionista y la electrofisiología. Atiende pacientes de las provincias de Ciego de Ávila, Camagüey, Sancti Spíritus, Cienfuegos y Villa Clara.
Además de prestar asistencia médica especializada de altísimo nivel, reconocida incluso en Latinoamérica, se destaca por su labor investigativa. Sobresalen estudios que miden la infección posterior a las operaciones, las que precisan cómo asumir los tratamientos de ocurrir ellas. Otros relacionados con protocolos para el ahorro de componentes de sangre, la creación de un dispositivo extractor de cuerpos extraños intravasculares, la cauterización en el tratamiento de la fibrilación auricular y la aplicación por primera vez en el país de una tecnología para medir el estado de conciencia durante la anestesia, así como el uso de la cirugía coronaria a corazón latiendo y el tratamiento médico de los aneurismas.
Estos resultados científicos han sido importantes para darles solución a las agobios motivados por el bloqueo, por ejemplo, varios dispositivos son desechables y se reutilizan luego de los procesos de esterilización diseñados por los especialistas, lo que ha propiciado también ahorros significativos al país al no tener que solicitarlos, además se redujo el consumo de sangre.
Una intervención cardiovascular es altamente costosa, su precio está en correspondencia del rango de la institución que la ejecuta, el monto es tan alto que un simple estabilizador que fija el órgano y es facilitador del acto quirúrgico supera los mil dólares y son varios los que pueden usarse, sofisticado el instrumental y los medicamentos tienen precios millonarios… En cambio en Cuba todo el proceso es absolutamente gratuito.
Hace más de dos décadas se crearon los tres cardiocentros de la isla, todos de un alto nivel: el William Soler, en la capital cubana, el Ernesto Guevara, en el centro y el Saturnino Lora, en Santiago de Cuba, con ellos se extendió este servicio a lo largo del país y sus especialistas han aprendido a sortear dificultades, carencias y necesidades para que los cubanos continúen latiendo corazones.