Compañeras y compañeros:
He estado al tanto del desarrollo de estas reuniones en cada municipio y provincia, cuya convocatoria obedeció, ante todo, a la confianza de la Revolución en los hombres y mujeres que trabajan la tierra.
Casualmente, el próximo 21 de septiembre estaremos recordando el 55 aniversario del Primer Congreso Campesino en Armas, realizado en el territorio libre del Segundo Frente “Frank País” y que demostró desde entonces la unidad entre el campesinado y el Ejército Rebelde, cuyos acuerdos no solo se cumplieron, sino que se sobrecumplieron, gracias a la Revolución.
En las discusiones realizadas en todo el país ha predominado el espíritu crítico, el reconocimiento de las deficiencias y el análisis de cómo superarlas. Ese debe ser el ánimo que prime en esta última sesión, a la que lamento no poder asistir por razones ajenas a mi voluntad.
En los últimos años se han adoptado diversas medidas en consonancia con los Lineamientos aprobados por el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, para ir eliminando las trabas que impiden el desarrollo de este sector. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para que el aporte de la agricultura a la economía nacional sea mayor, sin el cual no podremos lograr que el país avance de manera sostenible.
Urge seguir trabajando para producir en el país todos los alimentos posibles, cuyos precios en el mercado internacional cada vez son más altos. Para ello contamos con los recursos financieros requeridos, los mismos que hoy gastamos importándolos.
Entre otros aspectos, tampoco podemos pasar por alto el hecho de que aún cuando se ha flexibilizado la comercialización agropecuaria continúa siendo un deber del campesinado cubano cumplir a cabalidad lo acordado en los contratos, especialmente las producciones que se comprometen con el Estado.
En el proceso previo a este Encuentro Nacional se ha hablado claro y de manera responsable. Las dificultades principales y sus causas están identificadas. Lo importante ahora es trabajar con orden, disciplina y exigencia para dar el vuelco que la producción agropecuaria necesita y que nuestro pueblo, con todo derecho demanda.
Confío en que así será.
Un abrazo a todos.
Tomado de Juventud Rebelde