Marcial Flores González (Santiago de Cuba, 1966), o simplemente Flores, es considerado uno de los artistas gráficos del país con más obras sobre el tema de Los Cinco antiterroristas cubanos injustamente condenados en los Estados Unidos.
Más de 200 caricaturas de su cosecha personal denuncian, desde el arte, el encarcelamiento y el manipulado proceso judicial, “en la Casa Blanca hay ocho enviadas a Obama por Gunter Bershau, un alemán amigo de Cuba que tiene un comité de solidaridad con esta causa”, asegura Flores.
“También le he mandado algunas a Gerardo Hernández, con quien mantengo correspondencia hace ya algún tiempo. En sus cartas enfatiza en la importancia de la trinchera que he elegido y me da interesantes consejos”, comenta el artista que ahora ha llevado a una escultura monumental el logotipo ideado por el Héroe, ya convertido en símbolo de la lucha nacional e internacional por la definitiva e incondicional excarcelación del propio Gerardo, Antonio, Ramón y Fernando, todavía detenidos en cárceles norteamericanas.
La obra titulada Rompiendo el muro del silencio, que cobró vida en los talleres Molino Rojo, del Consejo de las Artes Plásticas de Las Tunas, realizada con la técnica de ferrocemento, tiene tres metros de altura y se yergue sobre una plataforma de dos metros de largo y 1,5 de ancho. Ahora está en proceso de montaje en la plaza Che Guevara, frente a la Unidad Provincial de Tránsito como un importante aporte a la jornada.
Policía y artista
Hace 21 años que Flores labora en la motorizada de la Policía Nacional Revolucionaria, ahora en asuntos de educación vial, responsabilidad que conjuga exitosamente con sus inquietudes artísticas, “desde la infancia tuve influencias familiares. Mi papá carpintero, mi mamá costurera y Marcelo, el hermano mayor, también policía y amante de las artes plásticas”, enfatiza.
Y de pequeño tuvo acercamiento a talleres de creación en casas de cultura y participó en festivales de aficionados, pero su aproximación definitiva a la caricatura “fue en el año 2006 aquí en Las Tunas, donde me radiqué en el 93”, dice y habla de cuánta satisfacción ha encontrado en esta manifestación:
“Es una buena herramienta para expresar los sentimientos, por eso he tomado y retomado, y lo seguiré haciendo, el tema de nuestros Cinco compatriotas víctimas de la injuria, de un manipulado proceso judicial que los condenó, mientras Posada Carriles, ese connotado terrorista internacional, goza de impunidad amparado por el imperio y su doble moral en el enfrentamiento de este flagelo”, reitera.
Lo asegura y lo demuestra con su permanente presencia en los escenarios que le son propicios al interés de desmontar el ultraje, por eso a partir del 2007 entró en la porfía contra el silencio mediático en torno a esta inmoralidad con anuencia imperial.
La impronta de su quehacer está en muchos sitios y recuerda: “En un mural de creación colectiva en el complejo cultural Morro-Cabaña, en La Habana, con motivo del Primer Festival de Caricatura por Los Cinco, junto a Are, Adam, Lacoste y otros artistas. También en similar soporte en la sede del ICAP, en Las Tunas”.
Currículum vítae
En su haber destacan 25 exposiciones personales y 15 en grupo, y ha alcanzado premios en diferentes concursos: Juan David, de caricatura personal (2011 y 2012); en la Bienal Internacional de San Antonio de los Baños (2011); y, estuvo entre los siete cubanos laureados en un evento internacional auspiciado por la universidad española de Alcalá de Henares.