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Por estos días a la primera Villa fundada por los españoles en Cuba: Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, volvió a caracterizarla el ajetreo propio de una ciudad que festeja su onomástico 502, con un grupo de actividades socio culturales, así como con el accionar de fuerzas constructoras que laboran en la terminación de varias obras.
En Baracoa se dan los toques finales a un centro del comercio en la zona del Jamal, a otro de elaboración de alimentos, así como a la segunda etapa del boulevard de la ciudad, y al hotel Plaza, también ubicado en el centro la urbe, y que formará parte de un proyecto de iniciativa municipal para el desarrollo local del territorio, que tributará al gobierno del territorio aportes financieros que posibilitan la ejecución de nuevas inversiones.
Con ya es tradicional como parte de la celebración se realizó la copa nacional de paracaidismo 13 de agosto y se sucedieron además el encuentro de balseros del río Toa, y los festivales del agua y el de platos típicos y ritmos autóctonos en la fiesta del Nengón y el Kiribá, que junto al changüí constituyen células originarias del son oriental.
La Plaza Cacique Hatuey volvió a engalanarse para la realización de una gala cultural por el 502 aniversario de la Villa y una sesión solemne de la Asamblea Municipal del Poder Popular, donde se entregó el escudo de la ciudad a hijos ilustres de esta tierra con una destacada trayectoria en diferentes esferas de la sociedad.
Por estos días actores, cantores y pueblo todo volvieron a recrear conocidos mitos y leyendas de esta bella región que los baracoanos atesoran desde aquel fundacional 15 de agosto de 1511, hace ya más de cinco siglos.
Baracoa: tierra santa, tierra sagrada, donde su gente abre las puertas de las casas y el alma al peregrino y lo hace sentir como si huiera nacido al pie del Yunque o junto a las agua del caudaloso Toa. Felicitaciones. Ojalá pueda volver pronto a ese paraje maravilloso.