Cargando...Sentados en taburetes y muy a lo cubano discutieron el Anteproyecto de Ley del Código de Trabajo los obreros de la Unidad Empresarial de Base 404 de la Empresa Mayorista de Alimentos, de Villa Clara.
Esta no fue una reunión más, contrario a lo que algunos creyeron, hubo un amplio debate: propuestas de adiciones, modificaciones e incluso preocupaciones. A su vez el colectivo reconoció la necesidad del mismo, “hay que atemperar las leyes a las condiciones y el escenario laboral actual”, afirmó uno de sus integrantes.
Yoel Enrique Hernández planteó adicionar en el anteproyecto la forma de regular el plan de capacitación de las empresas. Otros trabajadores pronunciaron su desacuerdo con eliminar el adiestramiento dentro del servicio social, pues lo consideran un paso importante en la formación de los nuevos profesionales.
Del debate de este asunto surgió la preocupación de mantenerlo en cada una de sus variantes para estimular a los jóvenes al trabajo y conservar en las entidades estatales a la fuerza laboral formada en universidades y politécnicos.
Sobre los beneficios de la mujer Yuliet Villalón y Mercedes Castellanos precisaron aspectos de la ley 13 que no contempla el anteproyecto.
“Por ejemplo: incompatibilidad entre el estado de gestación y el puesto de trabajo, liberar de nocturnidad a la mujer embarazada así como las que poseen hijos menores de un año no realicen dobles turnos, horas extras o prestaciones de servicio fuera del municipio”, acotaron.
Una nueva preocupación se dijo en voz alta: “Si se eliminan estas ventajas la natalidad seguirá disminuyendo”.
Específicamente acerca del artículo 37 relacionado con los contratos de forma provisional por necesidades del empleador ante situaciones de emergencia Vladimir Fleites opinó: “Cuando sea a un cargo inferior debe bonificarse por el salario promedio no por el escala. Realmente el trabajador pierde mucho. Los estibadores ganamos casi mil 500 pesos en el mes y de esa otra manera solo serían cerca de 300 pesos”.
Rolando Herrera reconoció que el artículo 103, referido a las licencias no retribuidas para la atención de familiares, era muy bueno porque hasta el momento la ley no recogía esa cuestión; “pero la palabra abrigo debe eliminarse o cambiarse por otra menos restrictiva. Mi madre no vive conmigo, es decir no está a mi abrigo, tengo el deber de atenderla”, precisó.
Acerca de las reclamaciones de los trabajadores hicieron varias observaciones: “Demandar ante la autoridad administrativa superior es un paso que dilata el proceso; además entre los jefes está el dominó hablado.
“Por otra parte, con las nuevas estructuras empresariales habría que acudir en muchos casos a un jefe que está en La Habana , eso es más burocratismo, como lo es pedir permiso al Fiscal General de la República o al Presidente del Tribunal Supremo Popular para autorizar determinadas peticiones”, aseguraron.
La reunión, que contó con la presencia de Consuelo Baeza Martín, secretaria general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), en Villa Clara fue expresión de cubanía, democracia y reflexiones obreras.
