Solo es posible el mundo y el porvenir si nos acostumbramos a entender que el mundo es diversidad, respeto, dignidad, tolerancia, y nadie tiene el derecho por ser grande a aplastar a los pequeños y a los débiles, subrayó el presidente de la República Oriental del Uruguay , José Mujica Cordano, al intervenir en el acto central por el aniversario 60 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
En la Ciudad Escolar 26 de Julio, otrora fortaleza de la tiranía batistiana, Mujica dijo que esta es una lección de oro de los 60 años de Revolución.
Ante miles de santiagueros allí congregados y presidentes latinoamericanos y caribeños, Mujica señaló que la vida humana es corta, y estar vivo es casi un milagro, por lo que hay que respetarla.
Hizo alusión a este “templo”, donde seguramente los muchachos que atacaban soñaban, y lo más fácil, si no hubiera habido soñadores andaríamos con taparrabos, caminando por la selva. “Solamente el mundo cambia, y se mueve cuando hay gente comprometida y capaz de soñar”, precisó.
Apuntó que hoy la palabra Revolución adquiere una dimensión de carácter universal cuando el mundo se globaliza, y es una necesidad histórica para mantener la vida y luchar por crear un mundo mejor, de respeto, de igualdad básica.
“Es posible que el hombre salga de la prehistoria cuando los cuarteles se conviertan en escuelas y en universidades”.
En unas palabras breves y emocionadas, Mujica agradeció al pueblo santiaguero por “lo mucho que nos dieron, por lo mucho que nos dejaron”.