Omaha, Nebraska.— Sentados en la grada del Werner Park fue posible ver niños, mujeres, ancianos, cubanos, latinos, scouts, familias enteras, periodistas y exjugadores, entre otros apasionados del béisbol, un deporte que une con hilos invisibles y admiración sincera a los pueblos de Estados Unidos y Cuba.
Así sucedió también en el Principal Park de Iowa, sede inicial de este duodécimo tope y la explicación nos la dio Paul Seiler, titular de USA Baseball, entidad organizadora de este match. “Hubiera sido más fácil pactar los cinco juegos en nuestra sede de Carolina del Norte, pero muchas ciudades nos pidieron acoger algún juego porque querían ver un equipo cubano en su tierra”.
Y lejos de cualquier anécdota o vivencia personal sobre las muestras de respeto y simpatía recibidas de los aficionados, llama la atención el conocimiento que tienen de nuestros jugadores, el deseo de aumentar la cantidad de partidos —para el 2014 se pretenden cinco desafíos en La Habana y otros tantos en suelo norteño, pero con la selección sub 18 de Cuba—, así como la posibilidad futura de un intercambio de entrenadores.
Sin embargo, vale reseñar que de las cosas más trascendentes ha sido también el reencuentro con los cubanos de esta orilla, a quienes hemos visto gritar los coros de nuestros estadios (sin las malas palabrotas, por supuesto), bailar una conga, pedir autógrafos, ofrecerse para cualquier ayuda que necesite el grupo que estamos acá y por sobre todas las cosas “sentirnos como una sola familia”, tal y como nos dijeron muchos este fin de semana.
El béisbol ha vuelto a ser el pretexto ideal para la admiración compartida. Muchas iniciativas en los entre ininng de cada choque bien pudieran ser aplicadas en Cuba (competencias de niños, preguntas de participación, cumpleaños de espectadores, etc.), en tanto las buenas jugadas o una excelente labor monticular han sido acompañados con aplausos prolongados de quienes tampoco pueden vivir sin las bolas y los strikes en sus neuronas.
A la salida del estadio este sábado, un guardia de seguridad reconoció nuestra cubanía por la vestimenta y el español atropellado de las voces. En un intento por no dejar pasar la oportunidad pidió tirarse una foto con nosotros, cual mínimo recuerdo de admiración al béisbol, a Cuba y al encuentro maravilloso que solo un deporte como este puede conseguir.
(Joel García, enviado especial)
Acerca del autor
Máster en Ciencias de la Comunicación. Director del Periódico Trabajadores desde el 1 de julio del 2024. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.
Muy bien por trabajadores de hablar de los cubanos que estamos en la otra orilla y que sepan que a pesar de no estar en cuba estamos muy orgullosos de seguir siendo cubanos y desde donde quiera que estemos siempre apoyaremos a los equipos cubanos.
Espero que no sea VM-32 el coach seleccionado para el equipo Norteamericano, A que los ensenaria. a perder?