Sobre la necesidad de comprender la naturaleza esencialmente política de la sindicalización y eliminar de su tratamiento las concepciones esquemáticas y con un contenido economicista, reflexionó Ulises Guilarte, presidente de la Comisión Organizadora del XX Congreso, en la clausura de la Conferencia Nacional del Sindicato de Trabajadores Azucareros.
El dirigente sindical significó la necesidad de fertilizar definitivamente la idea de que un sindicato existe porque tiene afiliados, de ahí la atención particular que requiere el seguimiento a los más de 2 mil 500 trabajadores que están hoy sin sindicalizar en esta organización obrera en el país.
Puntualizó la importancia de que la Conferencia centrara su análisis en aquellas cuestiones enmarcadas en las insuficiencias organizativas y de carácter subjetivo que limitan el alcance de todas las potencialidades con que cuenta el sector.
Al respecto mencionó el deficiente aprovechamiento de la capacidad potencial de molida, la que no superó el 60% en la más reciente zafra, unido a la baja eficiencia industrial.
Asimismo se refirió a violaciones y sobregiros en los índices y normas de consumo, bajos rendimientos por hectáreas, incumplimientos de los protocolos de mantenimiento y tecnológicos, y el ineficiente desempeño de un grupo de unidades productoras que cierran sus balances financieros con pérdidas.
A ello se suma —indicó— el incumplimiento de los planes de azúcar planificados en las últimas dos contiendas azucareras, atrasos y no ejecución de parte de las inversiones planificadas, bajo aprovechamiento de la jornada laboral y de explotación de la maquinaria, y la falta de rigor y calidad en la siembra y la atención cultural a la caña.
Guilarte puntualizó que el sindicato, junto al grupo azucarero Azcuba, tiene que dar seguimiento a los planteamientos, asociados con la atención integral al trabajador, sus condiciones laborales, la calidad de los medios de protección, limas y machetes, así como la ropa y el calzado. “Al propio tiempo hay que reforzar las medidas de protección e higiene del trabajo, sobre todo las dirigidas a reducir los índices de accidentalidad”, agregó.
Intenso debate en última jornada de la Conferencia Nacional
De intensos podríamos calificar los debates durante la última jornada de la Conferencia Nacional del Sindicato Azucarero, concluida este sábado en el teatro Lázaro Peña, en la sede de la Central de Trabajadores de Cuba.
Numerosas intervenciones destacaron lo mucho que aún resta por avanzar en un sector con tradicional y significativa importancia en la economía nacional, pero venido a menos en las dos últimas décadas.
Para los casi 200 delegados asistentes resultó claro el mensaje de que en sus manos está la solución de los problemas que prevalecen, de modo particular la imperiosa necesidad de elevar los rendimientos cañeros y desterrar definitivamente la ineficiencia que acusa el accionar de la otrora primera industria cubana.
Salvador Valdés Mesa, vicepresidente del Consejo de Estado, en una de sus intervenciones subrayó que los trabajadores estamos encargados de dar la respuesta al llamado del Presidente cubano, General de Ejército Raúl Castro, de rescatar los valores más genuinos de nuestro pueblo y dar la batalla contra las manifestaciones de delito.
“En todas las estructuras de dirección hay que estudiar a profundidad el discurso de Raúl, identificar los problemas en cada área, en cada puesto de trabajo y a partir de ahí establecer un plan de medidas para su solución”, dijo.
Los asistentes al foro sindical eligieron en esta jornada final al Secretariado Nacional, al frente del cual ratificaron al compañero José Antonio Pérez Pérez.