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Cuando su Gobierno lo designó nuevo embajador extraordinario y plenipotenciario de la República del Líbano en la República de Cuba, se sintió muy emocionado por esta responsabilidad, pero también con muchos deseos de incorporarse de inmediato al trabajo por el conocimiento general que poseía de la historia de este país caribeño, especialmente de su líder Fidel Castro Ruz y de la Revolución cubana.
Así lo manifestó el Señor Robert Naoum, tras presentar sus cartas credenciales ante las autoridades cubanas y dar inicio a su misión diplomática en la isla “para contribuir a desarrollar y fortalecer las relaciones de amistad, colaboración y solidaridad existentes entre ambos pueblos y Gobiernos”.
Al referirse a algunas de las características que según su opinión distinguen al pueblo cubano, el diplomático libanés consideró que dado su alto concepto de la libertad e independencia y su actitud de dignidad y sentimientos revolucionarios, este no acepta la imposición de otro país y defiende con valentía su integridad y sus derechos humanos y civiles.
El embajador árabe calificó de excelentes el nivel actual de las relaciones cubano-libanesas, basadas, dijo, en el respeto mutuo, la solidaridad, el apoyo y la colaboración entre ambas Gobiernos, lo cual se manifiesta también en las posiciones comunes que los dos países asumen ante las organizaciones internacionales como Naciones Unidas.
“Cuba ha apoyado siempre la causa árabe, la lucha del pueblo palestino y también se ha mostrado solidaria con los demás pueblos del mundo. Por su parte, el Líbano se pronuncia por el respeto a su soberanía y en contra del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la isla por el Gobierno de Estados Unidos.
Ante los perjuicios económicos que este bloqueo causa a la población cubana, manifestó que estima tendrá que ser levantado, ya sea porque el Gobierno norteamericano reconsidere esta medida violatoria del derecho internacional o como resultado del reiterado consenso en su contra en las Naciones Unidas.
Finalmente reiteró su disposición a trabajar estrechamente con las instituciones del país para diversificar y hacer más sólidos aun los históricos vínculos afectivos que unen a libaneses y cubanos.
