Por Javier Clavelo, especial para Trabajadores
Texas.- El estadounidense Aries Merritt, campeón olímpico y recordista mundial (12.80), siente respeto por los vallistas cubanos. Sobre ellos, su excelente 2012 y otros temas conversó con periodistas internacionales como parte del proyecto “Un día en la vida de”, de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF).
¿Cómo calificas a los vallistas cubanos?
Siento gran respeto por la escuela cubana de vallas. El entrenador Santiago Antúnez siempre me da consejos de cómo ejecutar la carrera. Han tenido muy buenos vallistas: Anier García, Dayron Robles, ahora Ortega y el campeón mundial juvenil Liván O’Farrill.
Orlando Ortega fue finalista olímpico y el más rápido del año.
Espero grandes cosas de Ortega porque corrió bien en el 2012 y llegó a la final en Londres. Es joven y cuando tenga más años en la pista correrá aún más rápido. Cuba siempre tiene a alguien en la élite y compiten muy bien en los grandes eventos. Ortega debe estar en la final mundial de Moscú.
Competiste con Dayron Robles desde el mundial juvenil de 2004 y en el 2012 superaste su récord mundial.
Es uno de los grandes de todos los tiempos. El vallista más potente que he visto. Era muy difícil que ganara los Juegos Olímpicos de Londres. No corrió muchas carreras antes y las vallas son muy rítmicas. Si no puedes entrenarlas es difícil imponerte. Espero que reencuentre el amor por este evento y regrese junto a Liu Xiang. Quisiera ver a todos los grandes vallistas de nuevo en forma.
¿Una comparación entre el 12.87 de Dayron y el récord tuyo?
Íbamos parejos hasta la séptima valla. Dayron es muy explosivo, pero yo cierro mejor. No tuve una buena arrancada y floté más alto de lo debido en la última valla. Hubiera sido 12.7. Quién sabe. Quería el récord en Londres y no salió. En Zurich, las condiciones fueron buenas, pero tuve una arrancada en falso. Después corrí 12.97 en Berlín y pensé que no mejoraría más. En Bruselas quería otra marca por debajo de los 13 segundos y cerrar con ocho en el año, una más que Dayron en el 2008. No pensé jamás que bajaría tanto. Cuando crucé la meta y vi 12.80 comencé a gritar.
¿Tu récord marca un antes y un después en esta especialidad?
Estoy seguro que se bajará de los 12.80. Estamos en una nueva era y mucha gente está corriendo rápido y entrenan fuerte para superarlo. Este es el comienzo de algo grande para las vallas.
En el 2012 adoptaste siete pasos desde la arrancada hasta la primera valla. ¿Fue eso la clave de éxito?
Los siete pasos resultaron uno de los elementos claves. Empecé a entrenarlos en diciembre del 201, y en el campeonato nacional bajo techo, en marzo, fue que me sentí cómodo. A ello se suma un mejor descanso, dieta, suplementos de recuperación como batidos de proteína 45 minutos antes e inmediatamente después del entrenamiento, consistencia en la preparación, fisioterapia y una mentalidad más fuerte. Además, entrené sin lesiones graves por primera vez en seis años y medio.
¿Cómo era Merritt antes de 2012?
Tras el quinto lugar en el Mundial del 2011 me pregunté qué pasaba conmigo. Me dolía ver cómo progresaban atletas que les ganaba en mi etapa juvenil y en la universidad, pero yo no. Aprendí que solo con talento no podría tener éxito. De esa reflexión surgió un nuevo Merritt, que sentó credenciales con el título mundial bajo techo.
¿Cómo llegas al atletismo? ¿Practicaste otros deportes?
Gimnasia durante tres años y también baloncesto y fútbol americano de forma recreativa. Siempre fui rápido en las carreras planas. En el primer año del preuniversitario mi entrenador decidió que haría atletismo, específicamente en las vallas.
¿A quién seguiste mientras crecías como vallista?
Traté de emular la biomecánica del ex recordista mundial Renaldo Nehemiah. También seguí a Allen Johnson desde su triunfo en los Juegos Olímpicos de 1996. Crecí en Atlanta y tuve la oportunidad de competir con él en 2005-2006. Además, estudié a Liu Xiang desde su oro olímpico en el 2004.
Adjetivos para los siguientes nombres:
Allen Johnson: laborioso; Liu Xiang: persistente; Dayron Robles: potente; Renaldo Nehemiah: refinado; Colin Jackson: rápido. Soy una mezcla de todo eso.
¿Qué haces en tu tiempo libre?
Descanso, saco a los perros, veo televisión y participo en videojuegos. También respondo las cartas de mis seguidores. Recibo muchas de Alemania. Me gustan las pastas, el pollo, los vegetales, el maíz y las habichuelas. Cero queso.
Oro olímpico y récord mundial, título bajo techo. ¿Qué falta?
He logrado lo más difícil, pero queda mucho por alcanzar en el deporte. Me falta el título mundial al aire libre, que voy a buscarlo en Moscú. Aún no tengo el mayor número de carreras por debajo de 13 segundos. Me quedan cinco. Siempre hay un objetivo y ese es uno. Después a divertirse. Cuando me divierto, puedo correr rápido.