Arropada con una bandera multicolor, símbolo de la diversidad, y rodeada de personas lesbianas, gay, transexuales y bisexuales (LGTB), la diputada Mariela Castro Espín presidió este sábado, en pleno corazón del Vedado, la tradicional Conga, como parte de las actividades de la VI Jornada Cubana Contra la Homofobia.
Vestidos de formas disímiles, con absoluta libertad, alegres y comprometidos con su causa, los participantes arrollaron por una de las avenidas más céntricas de la capital —La Rampa— con carteles alegóricos a la defensa de la diversidad, y del proceso revolucionario cubano con el cual se sienten identificados.
En la marcha, donde se reencontraron seres de varias generaciones y orientación sexual, también estaban padres y madres, en franco apoyo a sus hijos.
“Tengo un hijo homosexual y es maravilloso”, “No perdí una hija, preferí ganar dos”, “El odio y el miedo se vencen únicamente con el amor”, frase de Martin Luther King, fueron algunos de los mensajes mostrados en pancartas y carteles.
Minutos antes de comenzar la conga, la también directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), dijo a la prensa nacional y extranjera que el mensaje más importante es que Hogar es amor, respeto, e inclusión, por una familia libre de homofobia y transfobia.
Estamos privilegiando el mensaje para toda la familia, porque las investigaciones, los estudios y la propia experiencia práctica, nos dicen que ella es uno de los espacios de mayor vulnerabilidad en los derechos de las personas LGTB”, subrayó. Castro Espín, quien desde hace unos años lidera en Cuba esta campaña.
Explicó que es también una manera de sensibilizar a la población para que el hogar no sea un lugar de discriminación.
Mostró optimismo en cuanto a los cambios del Código de Familia, que incluyen los derechos por orientación sexual, la identidad de género y el reconocimientos a la parejas del mismo sexo, y aseguró que el momento va a llegar, pues se ha estado trabajando para eso.
Al responder una pregunta de una reportera, señaló que todo depende del tiempo en que los prejuicios demoren en ser elaborados y superados, y pasa por la contradicción entre el proceso de aprendizaje de toda la sociedad y la desesperación de quienes desean de que este proceso sea pronto.
Sobre los retos del centro que dirige, Castro Espín apuntó que son muchos, “queremos avanzar en las estrategias en sentido general, y estamos trabajando en el perfeccionamiento del Programa Nacional de Educación Sexual, su actualización a partir de las nuevas temáticas y elementos que hemos ido aprendiendo”.