Hace pocos días falleció el guantanamero Eloy Frómeta Matos, Héroe del Trabajo de la República de Cuba, quien en mayo del 2002 recibió esa condición con la hidalguía de los grandes y el compromiso tremendo de que “ahora más que nunca tengo que hacerme acreedor de tamaña condecoración”.
De seguro, por su mente pasaron entonces sus míseros días de niñez allá en el barrio Jauco, en Maisí, las pocas veces que pudo asistir a la escuela y las labores agrícolas que de pequeño tuvo que realizar para ayudar al sustento familiar. También recordaría las acciones de sabotaje durante la lucha insurreccional contra el régimen de Fulgencio Batista y los meses como guerrillero en la Columna 18 del II Frente Oriental Frank País.
En 1961 ingresó como trabajador al Instituto Nacional de la Industria Turística. En 1970 laboró en la Empresa de Café y Cacao y más tarde en la Fábrica de Derivados del Cacao. Como chofer de rastras y por 17 años consecutivos alcanzó la condición de vanguardia nacional, participó en 20 zafras azucareras y en 18 cafetaleras.
Internacionalista en Angola y donante de sangre destacado, Eloy obtuvo, entre otras, las medallas Hazaña Laboral y Jesús Menéndez, de Combatiente del Ejército Rebelde y de la Lucha Contra Bandidos, XXX Aniversario del Asalto al Cuartel Moncada y los Sellos por el 50, 55 y 60 aniversarios de la Fundación de la CTC.