Para Alfonso Rodríguez Paz el trabajo no tuvo secretos: sembrador de cañas, ayudante de albañil, y chofer… su vida laboral comenzó a los 12 años, y desde entonces sus manos nunca más se detuvieron.
Estar entre los primeros quizás no fue su meta, pero lo logró. Tanto es así, que por sus méritos laborales le fue conferido, en el 2002 el título honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba. Fallecido recientemente, dejó tras de sí el recuerdo imperecedero de esas personas que tienen en su labor la razón principal de su existencia.
Nacido el 30 de octubre de 1935 en la provincia de Ciego de Ávila, estuvo entre los macheteros de la brigada Jesús Suárez Gayol, a la cual aportó muchas horas voluntarias. Entre 1997 y 1999, con recursos propios, sembró 20 mil posturas de árboles frutales y maderables, y el resultado de la venta de estas las donó a las Milicias de Tropas Territoriales.
Fue seleccionado vanguardia nacional en el año 1983, condición que mantuvo durante 19 años consecutivos.