Por: Mario Hubert Garrido Martínez
Morito es alguien así como un personaje emblemático en el sector del transporte. Esmel Sahad Barrera. Se trata del conductor de ómnibus urbanos en Holguín por más de 35 años, y Héroe del Trabajo de la República de Cuba. Por más que intente provocarle para que se refiriera a sus interioridades más humanas, insistió en la necesidad de fomentar el movimiento de destacados, que han revivido y ya integran unos 10 choferes. Luego habló de los 20 mil viajes extra en el pasado año, que reportaron un millón 300 mil pasajeros transportados por encima de toda expectativa. También señaló el funcionamiento de los carros escuela para preparar el relevo y encomió a pinos nuevos, como Ernesto Aguilar García, que donó mil pesos para las MTT, muestra de que ya ruedan otros muchos Morito…
Sus inicios… Del servicio militar fui directo a la Gran Piedra. Nací como chofer en el transporte serrano. Fue en los años 70, cuando respondí a un llamado de la CTC para donar entonces unos 50 viajes de manera voluntaria. Llegué hasta los mil. Cumplí misión internacionalista en Angola. Tenía un Mercedes Benz de 10 ruedas. Recorríamos hasta mil 700 kilómetros, distribuyendo alimentos y medicinas para las tropas. Las grandes distancias y la tensión de la guerra sirvieron de mucho.
Un día cualquiera, la familia… Tengo 55 años. Mi esposa y los tres muchachos son mi retaguardia segura. Uno de los varones es chofer y combatiente internacionalista. Hace más de 30 años que me levanto a las 4 o las 5 de la madrugada. Hace falta tiempo para revisar el equipo. El porte y aspecto son importantes, aunque la ropa se dificulte. No salgo de la línea para nada.
El servicio, el ómnibus… En las paradas no dejo botado a nadie. A veces, aunque no hayas almorzado, tienes que responder con una sonrisa. Hay que tratar a la gente con cariño y respeto. A mi nadie me ofende. Lo otro es crear una cultura para cuidar la guagua, esa segunda casa que también necesita calor y no te deja tranquilo. En los talleres se desarrolla otro movimiento de destacados que encabeza Abel Freire. Sin los mecánicos estuviéramos fritos.
El héroe, su pueblo… Surgí en la ruta 2. Llevo 23 años transitando por los poblados de Alcides Pino y Pueblo Nuevo. Sus habitantes me bautizaron con el seudónimo de Morito. Mira, nací en La Chomba, al lado de un cajón de limpiabotas. La Revolución me hizo persona. ¿Por qué llevo en el pecho este sello con la efigie del Che? Venero a ese hombre y su fuerza de voluntad para trabajar.