Las zancadillas, esas trampas que se nos tienden para vernos tropezar, y hasta caernos si fuera posible. Puede que alguno de los traspiés que tengamos no sean una simple casualidad, sino que sea la obra de alguien, quien con mala fe o porque piensa que así obra bien, nos hace trastabillar en nuestro camino para alcanzar un propósito Continuar leyendo