Ni el calor intenso habanero disminuido por los aires acondicionados del Hotel Habana Libre, ni la soledad con que siempre se le ve, en un país idiomática y culturalmente tan distinto al suyo, han afectado la buena forma del Gran Maestro (GM) chino Yangyi Yu (2715), el cual “ha tomado como embajada propia” el salón de juego Continuar leyendo