El 15 de octubre de 1964 es una de esas fechas imperdonables de olvidar en la historia del movimiento deportivo cubano. Y lo más trascendente de ese día ocurrió en apenas 10.2 segundos y bien lejos de nuestra pequeña Isla del Caribe. Algunos aún recuerdan la noticia como la más esperada de esa semana, mientras otros prefieren hablar del camino que abrieron las piernas de uno de los corredores más rápidos del mundo entonces, nuestro Enrique Figuerola. Continuar leyendo