En las ruinas del cafetal Angerona, todo tiene un significado para Reinaldo Barbón Rodríguez. Cada ladrillo transpira siglos; los árboles y flores son parte de la hermosa historia de amor de la que fueron protagonistas el alemán Cornelio Souchay y la haitiana Úrsula Lambert. Inspirado en ese pasaje, hace apenas unos años, este hombre, geólogo de formación, lo convirtió en la novela La virtud del silencio Continuar leyendo