Lo primero fue el asombro al conocer la noticia de la demanda judicial en un tribunal federal de la ciudad norteamericana de Miami, en la que está involucrado el puerto santiaguero. Luego sobrevino la indignación, pero ni uno ni otro sentimiento alteran el ritmo normal de los hombres y las mujeres de la Empresa de Servicios Portuarios del Oriente (ESPO) Continuar leyendo