Las generaciones doradas no son eternas. Tienen un tope en el tiempo. Un límite que suele alargarse por sus glorias pasadas. Los hinchas las amaron en la cúspide y vibraron con sus triunfos. Pero luego no las perdonan en sus fracasos y deshonras. La llama prendida por este grupo de jugadores se resiste a morir con el paso de los torneos Continuar leyendo
![Adiós a la gloria](https://www.trabajadores.cu/wp-content/uploads/2018/07/futboll-408x272.x10671.jpeg)