Ignacio Hernández Ginoria —simplemente Ginoria para todos los que lo conocimos— siempre era el mismo: serio, humilde, de hablar pausado… Las glorias que signaron su vida, fruto de sus grandes cualidades, nunca cambiaron su carácter. Él era la expresión del trabajo, del esfuerzo, la consagración, la entrega… Sus manos, muy grandes, evidenciaban cuánto había laborado… Continuar leyendo