Sus uñas siempre están impregnadas de grasa, en cuanto papel lleva deja sus huellas, y confiesa que el día de su boda, después de terminar las labores de mecánica, al firmar vio la “señal” en sus manos. Lejos de avergonzarse, para Humberto González Vergara este es uno de sus grandes orgullos, porque desde que con… Continuar leyendo