Hay crónicas que uno nunca desearía escribir. Líneas sobre el papel que brotan de pérdidas físicas, que jamás esperaríamos sucedieran. Pero la naturaleza humana, con sus leyes inexorables, reserva momentos en que nos estremecemos con la partida terrenal de hombres y mujeres que pertenecen a la eternidad. Continuar leyendo