Los capítulos finales de En tiempos de amar saldaron algunas deudas de la telenovela con su público. Después de decenas de capítulos en que las circunstancias de esa familia cambiaron muy poco (más allá de la muerte del patriarca y los enredos recurrentes de los villanos), por fin “despertó” Manolito de su largo coma (todo el mundo se pregunta cómo pudo haber despertado sin ojeras, con tan buen aspecto, pero asumámoslo como una licencia ante la realidad), fuimos testigos de ciertos puntos de giro (en la relación entre Laura y Manolito, por ejemplo), y se definieron los cauces de varios personajes. Continuar leyendo