“Se mira y no se toca” suele ser una de las primeras lecciones que nos enseñan en materia de museos. Esta es una de las razones por las que, en el imaginario popular acostumbran a verse como unos sitios inhóspitos, en los que se exhiben cosas con pequeños letreros debajo que intentan convencernos de lo valiosas que son. Continuar leyendo