Cada año, se incrementa la cifra de cubanos que arriban a la llamada tercera edad, al tiempo que disminuyen los nacimientos, aspectos demográficos que, entre otros, no han pasado inadvertidos para el Estado y desde el 2014 el Consejo de Ministros aprobó “una política para enfrentar los elevados niveles de envejecimiento de la población y creó una comisión gubernamental encargada de atender este asunto”