Algunos creen que el público (el gran público, los “consumidores” de televisión, sin grandes pretensiones) no entiende de puestas en pantalla, de buenas o malas facturas… Creen que a la mayoría lo que le interesa (y de lo que pueden opinar) es la historia, la manera en que se cuenta esa historia, los personajes, la interpretación de los actores… o, en última instancia, si el “producto” los “engancha” o los aburre Continuar leyendo