Cuando se anunciaron los participantes y el cronograma oficial del IV Clásico Mundial de Béisbol la mayoría de los fanáticos se aventuraron con los pronósticos sobre que conjuntos avanzarían dentro del organigrama y cuáles llegarían a la disputa de la corona. Hubo consenso de que en las postrimerías debían contender República Dominicana, Venezuela, Japón, Estados Unidos … pero lo que nadie se aventuró a vaticinar fue que Israel, debutante en estas lides, ganaría sus dos primeros encuentros ante dos naciones donde la pelota es pasión. Continuar leyendo