El viejo pino a la entrada de la comunidad Emilio Córdova, del municipio villaclareño de Encrucijada, conoce la historia. Sobrevivió al huracán Irma, y cuentan que besaba el suelo al doblarse sus ramas con las ráfagas del viento que trajo el meteoro. Quedó maltrecho, y terminó talado a la mitad porque sus pobladores quisieron conservar sus raíces de estoicidad y fuerza. Continuar leyendo